Prueba de confianza de la banca española
Varias grandes entidades españolas intermediarán en las cámaras de contrapartida de Londres (LCH Clearnet) y de Fráncfort (Eurex Repo) para adquirir fondos de la banca internacional y posteriormente cedérselos a otras españolas de menor tamaño. La operativa permitirá dotar de liquidez al sistema financiero nacional, aún con problemas por las dudas que siguen manteniendo muchos bancos europeos sobre la solvencia de algunos bancos y cajas españoles.
El sistema financiero español demostró su solvencia y ganó en credibilidad al afrontar con muy buena nota los test de estrés más exigentes de la UE. Los mercados reconocieron que pocos países se atrevieron a ir tan lejos como el Banco de España al publicar sin tapujos las fortalezas o, en su caso, debilidades de las entidades bajo su tutela. De hecho, el interbancario ha mejorado notablemente desde entonces, rebajando los tipos a los que se casan los préstamos a la banca española, pero además aumentando el número de operaciones. Sin embargo, no ha sido suficiente para despejar la incertidumbre que aún planea en círculos financieros internacionales sobre la banca mediana y pequeña españolas.
Aunque los prejuicios contra el sistema financiero español son tan exagerados como injustificados, de poco sirve el recurso al pataleo y mucho menos la defensa numantina. Cabe, eso sí, seguir buscando fórmulas que confirmen que la gran mayoría de las entidades españolas son solventes y, por tanto, merecedoras de una liquidez que les permita seguir funcionando. Porque nada bueno traería que se cerrara el grifo de la financiación internacional, aunque fuera de forma selectiva.
La mejor forma de confirmar que la banca española merece credibilidad es predicar con el ejemplo. Por eso, la voluntad de grupos como Banco Santander y Caja Madrid de servir de intermediarios para captar liquidez de entidades europeas para otros colegas españoles es un paso acertado. Si estas entidades españolas -a las que podrían seguir otras de las grandes- están dispuestas a ofrecer su aval, es sin duda una garantía de suficiente peso.
La decisión de LCH Clearnet y Eurex Repo de aceptar como colateral la deuda soberana española (al igual que la de otros países comunitarios) es, además, un avance muy notable. En definitiva, estas cámaras de contrapartida asumen directamente el riesgo de los préstamos que se cuajan en su seno. Cierto es que las exigencias para operar en ellas son muy duras, lo que impide a muchas entidades españolas de menor tamaño actuar directamente. Pero precisamente por esa razón tiene más valor el paso que han dado estas grandes entidades en defensa del sistema financiero en su conjunto. Y además, también obtendrán beneficios por su labor de intermediación.