El presidente del supervisor suizo de bancos anuncia sus dimisión
El presidente de la Autoridad Federal de Vigilancia de Mercados Financieros de Suiza (FINMA), Eugen Haltiner, anunció hoy su dimisión para finales de año después de una polémica gestión como guardián del sistema financiero helvético.
Haltiner, de 62 años, declaró hoy que su "decisión no ha sido fácil de tomar, pero se produce en un momento adecuado", aunque no dio más detalles sobre el porqué de su renuncia, en un comunicado emitido por FINMA.
El actual presidente de la FINMA y antiguo ejecutivo del banco helvético UBS, impulsó la creación del organismo supervisor financiero en enero de 2009, fecha en la que integró en una entidad la actividad que hasta entonces realizaban la comisión supervisora de bancos, la de seguros y la del mercado bursátil, entre otras.
Desde entonces, su gestión ha sido muy cuestionada, sobre todo por el Partido Socialista suizo (PS), que pidió en reiteradas ocasiones la cabeza de Haltiner por considerar que su pasado en el UBS -cuyo último cargo fue como vicepresidente- le ocasionaba un conflicto de interés permanente.
El punto álgido de la polémica llegó cuando, a principios de año, el Tribunal Administrativo Federal helvético (TAF) falló que el organismo supervisor había actuado de forma "ilegal" al ordenar al banco UBS entregar información confidencial a EEUU sobre 255 clientes, de los 4.450 implicados, sospechosos de evasión fiscal.
En ese momento, Haltiner rechazó haber cometido un error y declaró que se trataba de una decisión "necesaria y oportuna" que impedía que Estados Unidos ejerciera acciones penales contra UBS o que le quitase su licencia de operación en suelo estadounidense, algo que habría afectado a la plaza financiera suiza.
Su posición fue secundada por una subcomisión que investigó el caso, que consideró que la FINMA había "hecho correctamente su trabajo" y exoneró a Haltiner.
æpermil;ste, por su parte, declaró que no renunciaría y que seguiría en el cargo hasta que el gobierno mantuviese su confianza en él, mandato que expira, precisamente, en 2011.
El anuncio de su dimisión, de facto a finales de año, coincide con el primer aniversario de la firma del acuerdo extrajudicial entre Washington y Berna para que UBS entregase al fisco de EEUU los datos de las cuentas de 4.450 clientes estadounidenses sospechosos de fraude fiscal, de las cuales más de la mitad ya han sido enviadas.