El pesimismo de la Fed tumba las Bolsas y abarata la deuda pública
De Oriente a Occidente, los principales parqués del planeta digirieron ayer con inquietud -cayendo- el aviso de la Fed de que la recuperación económica será más lenta de lo previsto. El miedo a la recesión y el anuncio de Bernanke de que asumirá la compra de deuda pública reforzó las emisiones soberanas de referencia, llevando la rentabilidad del bono alemán a su mínimo histórico.
Una de cal y otra de arena. Ben Bernanke, el presidente de la Reserva Federal (Fed), intentó repartir una de cada el martes, cuando advirtió de que la recuperación económica está perdiendo fuelle. Matizó, acto seguido, que responderá manteniendo los tipos de interés cercanos al 0% el tiempo que sea preciso y utilizando los fondos derivados de su programa de activos hipotecarios para comprar deuda pública de EE UU. A juzgar por cómo se desayunaron ayer sus palabras los mercados, fue la nota negativa la que más caló de los dos mensajes.
Para empezar, el pesimismo con el que Bernanke se refirió al devenir macroeconómico provocó la caída de los principales índices bursátiles del planeta desde el japonés Nikkei (-2,7%), al británico Footsie (-2,44%). Los descensos fueron especialmente graves en Europa, donde el Cac bajó un 2,74% y el Dax, un 2,1%. Uno de los desplomes más acusados fue el Ibex 35, que cedió un 3,21%, hasta los 10.374 puntos.
"Aquí la cosa fue aún más grave porque a las previsiones de EE UU fueron precedidas de unas declaraciones del presidente del Gobierno que no sentaron bien", apunta el analista de Renta 4, âscar Moreno, en referencia al aviso del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de que el tercer trimestre de 2010 será peor que el segundo. "Se pensaba que saldríamos de la crisis en Ave, pero vamos en Talgo", ilustra Moreno. El experto recuerda que las Bolsas llevaban semanas en una tendencia alcista que buscará ahora su soporte. "El Euro Stoxx había tocado en los últimos días los 2.850 puntos, estos anuncios aplazarán la lucha por sobrepasar este tope", ayer cerró en 2.724 puntos.
"Estábamos inmersos en una subida muy fuerte. Ahora toca mantenerse en este rango. Al menos hasta otoño", añade Nicolás López, de MG Valores, que cree que el Ibex se moverá entre 9.500 y 11.500 puntos. "Me extrañaría que subiese de forma sostenida en los próximos meses. Hay que esperar a tener más visibilidad sobre el crecimiento económico".
La sacudida volvió a su epicentro, Wall Street. Los mercados mostraron ayer su miedo a la recesión, alimentado por un grupo de 67 economistas que rebajaron las expectativas de crecimiento del país. Prevén que el PIB crezca un 2,5% anual, en vez del 2,8% que pronosticaron en julio, en vista del irreductible desempleo y de su negativo efecto en el consumo. El nerviosismo hizo que Wall Street sufriese la mayor caída desde el 16 de julio, un día en el que también entraron en junio las malas perspectivas macroeconómicas, con retrocesos del 3,01% en el Nasdaq; el 2,82% en el S&P 500 y el 2,49% en el Dow Jones. El aluvión de números rojos provocó que los índices de Nueva York volvieran a pérdidas en el cómputo anual.
"La política de la Fed de comprar deuda pública lleva a imitarla. Los mercados tienden a evitar el riesgo de la Bolsa y a refugiarse en renta fija", expone Alberto Matellán, de Inverseguros. En su opinión, aunque Bernanke buscaba ir retirando los estímulos públicos, la mala situación macroeconómica le ha llevado a "darse carta blanca para poder comprar deuda pública". La jugada "beneficia a los bonos de referencia, el americano y el alemán, y perjudica a los periféricos", prosigue Matellán. La emisión de deuda pública en EE UU se abarató en todos sus tramos. Las letras a dos años marcaron un mínimo histórico de 0,517%, y el bono a 10 años cayó al 2,17%. Una tendencia que continuará, según los expertos. Menos recorrido a la baja tendrá la rentabilidad del bono alemán, que se situó ayer en el punto más bajo de su historia, un 2,401%. A su vez, el tipo del bono español, se elevó al 4,103%, con lo que el diferencial con el alemán subió a los 167,8 puntos básicos.
La fuga hacia valores refugio se contagió al mercado de divisas, lo que benefició al dólar y empujó al euro a su mayor caída en dos años (a 1,29 dólares).
Más efectos en los mercados
EL EURO Los anuncios de la Fed tuvieron ayer los mismos efectos en el mercado de divisas que en el resto. El pesimismo de Bernanke inclinó a los inversores a buscar los valores tradicionalmente considerados como refugio. La situación se tradujo en una nueva apuesta por el dólar frente al euro. Así, el precio de la moneda común pasó de cambiarse el martes por 1,31 dólares a valer ayer 1,29 dólares. Semejante descenso, del 2,34% aproximadamente, es el mayor que registra la divisa europea desde finales desde diciembre de 2008, cuando llegó a caer un 2,3%, según Bloomberg.VOLATILIDAD Los anuncios que realizó el martes la Reserva Federal provocaron ayer intensas turbulencias en la mayoría de mercados de renta variable. Pero para medir el grado de virulencia real de una sacudida así, puede tomarse como referencia el Vix, que mide la volatilidad del índice bursátil Standard & Poor§s 500. æpermil;ste alcanzó ayer una volatilidad del 25,3%, donde el 100% marca el máximo grado de incertidumbre y el mayor rechazo de los inversores a entrar a negociar. La cifra eleva poco la media del último año (23,6%), y deja lejos el 45,7% que se alcanzó en mayo durante la crisis de la deuda soberana.