Los controladores y AENA continuarán negociando mañana
El primer encuentro entre AENA y los controladores tras la decisión de USCA de no ir a la huelga en agosto, que empezó a las a las cinco de la tarde y que todavía continúa, en un clima de "absoluta normalidad", no ha propiciado todavía ningún avance concreto por lo que las negociaciones continuarán mañana a partir de las diez.
"La negociación se ha retomado con normalidad de manera constructiva por las dos partes", ha asegurado el secretario de Comunicación de USCA, César A. Cabo, a los medios de comunicación concentrados a las puertas del hotel madrileño donde se está reuniendo la mesa negociadora formada por seis representantes de AENA y diez controladores.
Cabo destacó las "buenas sensaciones" del encuentro y explicó que hasta ahora ambas partes han discutido sobre temas laborales y profesionales pero no de salarios. "Ahora hay que dejar trabajar a la mesa", apuntó.
Por su parte, fuentes de AENA confirmaron que el encuentro, en el que se están tratando los 12 puntos reivindicativos planteados por los controladores y se está desarrollando con "absoluta normalidad", todavía no ha terminado, por lo que es previsible que continúe mañana.
De las doce propuestas llevadas a la mesa por USCA, ya se han alcanzado prácticamente acuerdos en seis puntos relativos a la situación de los controladores mayores de 57 años y en temas de formación pero los principales escollos, claves para poder cerrar el conflicto, siguen siendo la retribución y las jornadas.
No obstante, AENA mantiene su propuesta de una jornada de 1.670 horas y un suelo medio de 200.000 euros al año para los controladores operativos, por entender que está dentro de los estándares europeos.
Por su parte, USCA reclama las 1.350 horas a partir de 2013 y dice estar dispuesto a negociar sobre las 1.500 horas, pero el ente advierte que trabajar menos horas y cobrar lo mismo "no es posible".
El ministro de Fomento, José Blanco, que ha valorado como positiva la renuncia a la huelga en agosto pese a no ser definitiva, confió en que el acuerdo pueda se pueda sustanciar en los "próximos días" y que la "buena voluntad" y las "buenas palabras" de los controladores se traduzcan en "hechos concretos" y no en huelgas de celo