El trabajo como satisfacción
El mundo del trabajo y las carreras profesionales "ya no son lo que eran". Hoy es muy difícil encontrar empresas que a cambio de lealtad ofrezcan empleo estable y una carrera predecible. Lo que tenemos son carreras camaleónicas con una sucesión relativamente inconexa y cambiante de empleos y condiciones laborales. Flexibilidad, reajustes imprevisibles de plantilla y empleabilidad son las nociones que definen la nueva relación laboral. Esa perspectiva produce incertidumbre e inquietud. No es así extraño que múltiples libros examinen las consecuencias de esas nuevas carreras para los individuos. Algunos, como La corrosión del carácter, de Richard Sennet, adoptan un tono crítico y ven en ellas la fuente de dificultades sociales y familiares. Otros hacen de la necesidad virtud y desarrollan un punto de vista más positivo. A esta categoría pertenece el libro de Caligiuri.
Profesora de la Universidad de Rutgers (Nueva Jersey, EE UU) y reconocida experta en gestión internacional de recursos humanos, utiliza su sabiduría práctica para tornar la idea de "hacer lo que a uno le gusta" en un estilo de vida alcanzable. La crisis económica, el paro y la mayor dificultad para equilibrar vida personal y profesional hacen que esa idea no sea fácil de materializar. De hecho, las estadísticas muestran que el 75% de los trabajadores de países desarrollados buscan mayor estabilidad, realización y más satisfacción en su trabajo.
¿Cómo conseguir mejorar la situación? Si, como decíamos, ya no se puede esperar que las empresas se comprometan a largo plazo con sus empleados, son éstos quienes deben tomar el control. Esa es la premisa esencial del libro de Caligiuri. Los siete capítulos de la obra, con títulos tan ilustrativos como "Descubre lo que realmente te motiva" o "Integra tu carrera dentro de tus prioridades vitales", incluyen cuestionarios, ejercicios y ejemplos de personas (como la propia autora) que han conseguido no sólo una mera manera de "ganarse la vida", sino también una fuente de satisfacción personal.
Aunque el objetivo de "hacer lo que te guste" es un lujo inaccesible para muchas personas que con la recesión económica tienen incluso dificultades para encontrar un empleo, otros pueden detectar en ese mensaje la vía para hacerse un hueco "sólido" en el mercado laboral. Ello puede exigir tomar una actitud más proactiva. Como siempre se ha dicho "somos lo que hacemos" y tratar de que el peso de nuestro destino recaiga más en nosotros y menos en el entorno es un mensaje que inyecta optimismo.
Jaime Bonache, profesor de recursos humanos de Esade