_
_
_
_
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Fotovoltaica: coste o inversión de futuro

El sector fotovoltaico español está al borde de la parálisis, debido a la incertidumbre generada por el anuncio hace 8 meses de un cambio sustancial en la regulación, seguido de una larga negociación entre el Ministerio de Industria y las Asociaciones. Esta situación ha creado inseguridad entre inversores, banca y promotores. Las medidas propuestas pueden provocar la salida de la inversión hacia otros países con una apuesta más decidida por las renovables.

Ahora el Ministerio pospone la negociación hasta septiembre, lo que causará una situación incluso más grave que la vivida tras la entrada en vigor del RD 1578 y reemplazo del RD 661. Excesivos cambios regulatorios en un sector que precisa estabilidad para su desarrollo. En peligro está toda una industria como la fotovoltaica, que ha generado 100.000 puestos de trabajo hasta 2008, y es el sector más intensivo entre las renovables en creación de puestos de trabajo.

Precisamos un punto de inflexión, cerrar este excesivamente largo proceso de negociación de modo inmediato, creando un marco regulatorio estable. Observar, no sólo el coste de la fotovoltaica, sino los inmensos beneficios que la energía solar conlleva: una inversión para nuestro futuro y el de nuestros descendientes. El Gobierno ha mostrado su preferencia por las energías renovables frente a las de origen fósil o nuclear, pero no revela la fórmula por la que la industria "verde" debe ser atendida y desarrollada.

Pese a la fuerte reducción anunciada de las tarifas, la fotovoltaica seguirá siendo viable gracias al liderazgo tecnológico de la industria. La bajada dejará la tarifa por debajo de la mayoría de países punteros en fotovoltaica, en términos equivalentes de irradiación solar, sin embargo, el sector español tiene un dinamismo, y madurez industrial y tecnológica, más que demostrados para optimizar su estructura de costes.

Entre los grandes frutos cosechados por las políticas previas de fomento se encuentra la industrialización de la tecnología solar, que ha mostrado la mayor progresión de reducción de costes entre todas las tecnologías de generación. Al igual que lo hiciera la industria microelectrónica, la solar ha reducido su coste de implementación de modo progresivo al aumentar los volúmenes de fabricación. La paridad de red ya no es una entelequia, sino un objetivo alcanzable de forma realista entre los próximos dos y cinco años.

La reciente y peor catástrofe ambiental de la historia de EE UU hace imposible seguir apostando mayoritariamente por energías fósiles que generan contaminación. España, muy dependiente del exterior en fuentes de energía, también ha sufrido catástrofes ecológicas semejantes, que nunca se cuantifican en la estructura de costes del sistema energético, a pesar del elevadísimo coste que tienen para el Estado. La energía solar es un recurso "autóctono" e inagotable, carece de cualquier impacto medioambiental y evita la emisión de CO2.

Las energías renovables deben liderar el presente y futuro energético. Es una oportunidad para todas las empresas que apostamos firmemente por este sector: la inversión en energía solar fotovoltaica en España sigue siendo un valor al alza.

José María Llopis. Director general de IBC Solar en España y Portugal

Archivado En

_
_