Ernst & Young aumenta un 77% la actividad de asesoría benéfica
Los profesionales de la firma han dedicado en el último ejercicio un total de 1.600 horas a esta tarea.
El asesoramiento cualificado no está al alcance de todos. Cada hora que un consultor, auditor o abogado dedica a un determinado cliente vale mucho dinero, unos 90 euros de media, según barajan en el sector en función de la experiencia profesional y la empresa. Por este motivo, estos servicios sólo están al alcance de las grandes compañías o instituciones. Al resto, sólo le queda apelar a la solidaridad.
Firmas como Ernst & Young llevan años fomentando el trabajo altruista entre su plantilla dentro del horario laboral. "Nuestra consultora siempre se ha implicado en proyectos solidarios, un hecho que se intensificó con el Plan de Responsabilidad Corporativa creado hace tres ejercicios y en el que se incluyó hace dos la actividad Pro Bono", explica Carlos Arango, responsable de los temas de RSC de Ernst & Young. Así se denomina en jerga sectorial a este tipo de tareas, un latinismo cuyo significado puede traducirse "en pro del bien social".
En el último año fiscal, cerrado el pasado mes de junio, la consultora casi ha duplicado el tiempo dedicado por sus profesionales a la asesoría benéfica. De las 900 horas que consultores, auditores y abogados realizaron en 2008-2009, se ha pasado a un total de 1.600 horas en los últimos doce meses, lo que supone un incremento anual del 77% y un valor económico estimado en función del coste medio por hora de 144.000 euros.
Satisfacción personal
Los proyectos llegan a la consultora bien por conocimiento previo o porque algún profesional de la plantilla lo propone. Cayetana Vela Sánchez-Merlo, asociada de Ernst & Young Abogados, ha sido una de las letradas que ha participado este año en esta actividad. "Mi compañera Cristina Quesada, de consultoría, y yo nos encargamos del proyecto Alucinos Lasalle, una asociación cuyos miembros están en riesgo de exclusión social. La primera reunión la tuvimos en Torre Picasso, pero la segunda la hicimos en el barrio madrileño de San Fermín. Estuvimos toda una mañana. Les dimos todo el asesoramiento técnico y legal en materia de protección de datos, los regularizamos y luego nos dimos cuenta que necesitaban constituir una sociedad, así que llamamos a nuestros compañeros de mercantil y fiscal".
Cayetana Vela se emociona al contarlo. Han sido muchas horas de su trabajo para este proyecto, pero la recompensa final, además de su satisfacción personal, ha sido ver cómo la asociación a la que han ayudado ganaba el Premio Nacional Javier Pancorbo, dotado con 15.000 euros. Esta experta asegura que en otros países en los que ha trabajado anteriormente, como Bélgica, esta actividad resulta incluso obligatoria para los ejecutivos con un cierto grado de responsabilidad.
En España, la demanda de estos servicios es alta, pero se encuentra lejos de ser obligatoria. "Cada año hay una avalancha de peticiones, pero nuestro presupuesto es limitado", comenta Arango. La auditoría realizada a la Fundación Juan XXIII ha sido otro de los proyectos de este año, que favorecerá el acceso a mayores subvenciones.
Bufetes solidarios: Ashurst y Gómez-Acebo
La actividad Pro Bono es incluso más frecuente entre los bufetes de abogados. Ashurst Solidario se creó en 2006 por miembros de la oficina de Madrid con el objetivo de ayudar a los sectores más débiles a través de una triple vía: la prestación de servicios jurídicos gratuitos a personas necesitadas y a aquellas entidades sin ánimo de lucro que se ocupan de éstas; el fomento del voluntariado; y, por último, la recaudación de fondos.El año pasado, Ashurst Solidario recaudó un total de 24.954 euros. El 50% de estos fondos fueron aportados por el propio despacho. El dinero recaudado se destinó a las fundaciones Delwende Servicio a la Vida, África Directo y Sauce, a la Comunidad de Sant Egidio y a la casa-hogar de niñas San José de la Montaña de la congregación de las Madres de los Desamparados.También Gómez-Acebo ha dado asesoramiento legal entre otros a la Fundación Síndrome de Down, Fundación Seres, así como a Worldreader.org. Ha asesorado en la organización de los Juegos de la Integración, en Madrid y el despacho en Málaga asesora con frecuencia a la Fundación Cudeca, entre otros.
Más implicados
Durante el último año, entre 20 y 25 profesionales de Ernst & Young han participado en proyectos benéficos. En el primer ejercicio de actividad Pro Bono se involucraron 15. Cada vez existe mayor implicación por parte de la plantilla de la consultora.