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Tribuna
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Y si tú no eres tú...

En qué piensas cuando te hablan de robo de identidad o uso fraudulento de datos personales? ¿Sólo en internet? Primer error, aunque sí es cierto que el auge de las redes sociales y la Web 2.0 ha hecho que una gran parte de la actividad delictiva asociada al robo y uso fraudulento de datos haya migrado al mundo online.

Al fin y al cabo, ¿quién no ha recibido alguna vez un correo en el que le informaban de la herencia que un familiar lejano le había dejado? ¿O un e-mail de su supuesto banco en el que le solicitaban la confirmación de los datos de sus tarjetas? Según el CCN-CERT (Centro Criptológico Nacional) durante 2009 se produjo "un incremento considerable del phishing y se identificó la aparición de nuevo malware destinado a comprometer cuentas bancarias". De hecho, según los resultados obtenidos en una encuesta realizada por Enisa, alrededor de un 95% de los correos electrónicos que circulan por la red son spam.

Una vez dicho esto, la pregunta sería: ¿Sabe la sociedad realmente cómo prevenir el robo de sus datos personales en internet? ¿Y si alguien los utilizara para hacerse pasar por nosotros y cometer delitos?

La prevención y el conocimiento de las consecuencias derivadas del uso fraudulento de los datos son fundamentales para evitar y detectar un robo de identidad.

El robo de identidad es una de las actividades delictivas que más ha crecido en los últimos años, tanto en el mundo offline como online. Generalmente, los delincuentes suelen utilizar los datos de sus víctimas para obtener un beneficio económico, realizando compras a su nombre, haciendo falsas reclamaciones de dinero, retirando efectivo de sus cuentas bancarias…

Además, la variedad de información que define e identifica al consumidor es cada vez mayor, por lo que cualquier dato es susceptible de ser empleado de forma fraudulenta (nombre, apellidos, claves de acceso, PIN, numeración de tarjetas de crédito…).

Sin embargo, actualmente el robo de identidad no está tipificado ni existe como tal en el Código Penal español, por lo que algunas de sus variantes se encuentran dentro del ámbito de otros delitos. Es por ello que no existen datos exactos sobre nuestro país, aunque sí se ha confirmado que España es en la actualidad uno de los destinos preferidos por los estafadores.

Se calcula que la cantidad media defraudada a cada afectado en España por delitos asociados al robo de identidad supera en la actualidad los 12.000 euros.

Ángel de León. Director general de CPP España

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