_
_
_
_
Cambios en el mercado de trabajo

CiU propone que se fijen en los convenios las causas objetivas del despido

Los grupos parlamentarios presentaron ayer sus enmiendas parciales a la reforma laboral. En contra de muchas expectativas, el PSOE no concretó las causas económicas para el despido objetivo, pero CIU -que presentó la reforma alternativa más completa- propone que dichas causas se fijen en los convenios colectivos.

CiU propone que se fijen en los convenios las causas objetivas del despido
CiU propone que se fijen en los convenios las causas objetivas del despidoREUTERS

A última hora de la tarde se despejó la incógnita: el PSOE no aprovechó las enmiendas parciales al proyecto de ley de reforma laboral para concretar más las causas económicas para alegar despidos objetivos, que era la principal queja de los empresarios. Sin embargo, los nacionalistas catalanes de CiU sí introdujeron una enmienda en este sentido. Establece que "en la negociación colectiva pueda especificarse cuándo ha de entenderse que concurren causas económicas, técnicas, organizativas o productivas".

De salir esta enmienda adelante, la mayor concreción de dichas causas de despido quedaría en manos de la negociación entre empresarios y sindicatos, de los convenios colectivos, ya sean sectoriales o de empresa.

Otra fórmula fue la presentada por Coalición Canaria. Consiste en que el empresario pueda alegar causas económicas para las extinciones colectivas cuando la compañía contabilice pérdidas superiores al 10% de sus costes del personal del mismo ejercicio, incluidas las cargas sociales. De una forma u otra, el texto final de la reforma introducirá algún cambio sobre este punto, ya que el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, se mostró ayer dispuesto a que la negociación de la norma, la próxima semana, "ajuste más y mejor" las causas objetivas de despido.

Más información
CiU Propone:
Enmiendas parciales del PSOE

Los grupos reclaman nuevas ayudas a la contratación, más flexibilidad interna en la empresa o un nuevo contrato con el coste progresivo del despido

Según distintas fuentes, el PSOE está dispuesto a negociar varios cambios de los propuestos por el resto de los grupos, sobre todo, utilizando como referencia las enmiendas de CiU.

Entre las modificaciones diseñadas por los nacionalistas catalanes destacan la ampliación del contrato indefinido con indemnización por despido de 33 días a los parados que lleven inscritos sólo un mes, frente a los tres meses actuales. Una de las enmiendas populares reduce este plazo a 15 días. Asimismo, CiU propone ampliar de tres a cuatro años la posibilidad de encadenar contratos temporales de obra o servicio.

Frenar el absentismo laboral

CiU sugiere varias fórmulas para frenar el absentismo laboral. En primer lugar pretende que el Estatuto de los Trabajadores fije una nueva causa objetiva de despido "por faltas de asistencia al trabajo, aún justificadas pero intermitentes, que alcancen el 20% de las jornadas hábiles en dos meses consecutivos, o el 25% en cuatro meses discontinuos en un periodo de doce meses".

En este terreno, los catalanes solicitan que la Seguridad Social abone las bajas por incapacidad temporal desde el cuarto día de ausencia del trabajo. En la actualidad, los empresarios costean la baja del trabajador hasta el día 16 en el que se ausenta de su puesto.

En materia de prestaciones por desempleo, el PSOE podría discutir la propuesta de fijar "una mayor vinculación" entre el cobro de la prestación por desempleo y la asistencia a cursos formativos. Igualmente, se solicita la ampliación del cobro de una sola vez de la prestación por desempleo del actual 60% al 80% a los parados que se establezcan como autónomos.

No parece susceptible de salir adelante, sin embargo, la intención de CiU de que las comunidades autónomas que lo deseen realicen "la gestión y control" de las prestaciones por desempleo. Esto, que tradicionalmente se ha pedido desde el País Vasco, supondría la ruptura de la caja única de la Seguridad Social.

En el capítulo de los expedientes de regulación de empleo. CiU pretende que la empresa esté obligada a acompañar los despidos colectivos con un plan social para recolocar a los afectados por el ERE. Para compensar, quiere una mayor agilidad en su tramitación, solicitando que se elimine la autorización administrativa de la autoridad laboral en los casos en los que la empresa y los sindicatos estén de acuerdo.

Las enmiendas de casi todos los grupos sugieren nuevas bonificaciones a la contratación de jóvenes y discapacitados. Además, CiU propone bonificar con el 100% la contratación del primer asalariado de un autónomo. Precisamente ayer, el Congreso aprobó, con los votos en contra del PSOE, que los trabajadores por cuenta propia también cobren la ayuda no contributiva de 426 euros cuando agoten la prestación por cese de actividad. Si bien una enmienda socialista a la reforma laboral solicita ahora que se les excluya de dicho subsidio.

Aparecen también como novedades, deducciones fiscales del 50% de lo invertido en formación por el trabajador con un límite de 3.000 euros. U otra deducción en el IRPF por aportaciones de los inversores de proximidad.

El PNV reclamó que se conviertan en fijos los contratos en prácticas donde se demuestre abuso de los mismos. Mientras que el PP quiere aumentar la flexibilidad interna de las empresas y fijar un "procedimiento general" de descuelgue salarial. Por su parte, UPyD recobró la idea del contrato único al pedir la conversión de los temporales en nuevos contratos indefinidos con una indemnización progresiva de 12 días el primer año y dos días más cada año de antigüedad hasta un tope de 36 días por año con un máximo de 24 mensualidades. La Comisión de Trabajo del Congreso debatirá estas enmiendas la próxima semana. El martes se reunirá la ponencia y el jueves se votarán los cambios. En principio el texto no pasará por el Senado.

El Congreso rechaza las enmiendas de totalidad

El primer escollo al que se enfrentaba la reforma laboral, el de las enmiendas de totalidad, fue superado ayer con éxito por el Gobierno al salir derrotadas las iniciativas defendidas por Izquierda Unida y Esquerra Republicana junto al Bloque Nacionalista Gallego para que el texto del proyecto de ley fuera devuelto al Consejo de Ministros. Ahora se abre la puerta más importante, la de la negociación de las enmiendas parciales, cuya llave principal se han reservado a través de una discreta negociación el PSOE y Convergència i Unió. Los nacionalistas catalanes defenderán iniciativas que el Gobierno no se ha atrevido a presentar pero que está dispuesto a respaldar. El próximo martes quedarán ordenadas las diferentes enmiendas en el trámite de ponencia y el jueves se debatirán en el de Comisión, el más determinante para el proceso final de la reforma.El ministro de Trabajo dio por buena la faena hecha en la convalidación del decreto que incorpora la reforma laboral, debatida en el Congreso el pasado 22 de junio, y ayer eludió subirse a la tribuna de la Cámara Baja para defender el proyecto de ley. En los pasillos, comentó que confía en que la negociación con los grupos parlamentarios sirva para concretar mejor las causas del despido objetivo.El coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, señaló que el Gobierno ha seguido en esta reforma el dictado de la patronal CEOE y, al final, el proyecto se ha convertido en "un ataque desmedido contra los sindicatos". IU considera que la reforma "abarata y facilita el despido" y "es la más dura de la democracia que se ha hecho en el terreno laboral".Los nacionalistas gallegos, defensores de la otra enmienda a la totalidad, vaticinan, como han hecho los principales sindicatos, que la reforma sólo generará más paro.Al portavoz del PNV en este debate, Emilio Olabarria, tampoco le ha gustado el proyecto de ley. Considera que "rompe la columna vertebral del Derecho del trabajo" y descausaliza tanto el acceso al empleo como la salida del mismo. Los nacionalistas vascos tampoco ven bien el abaratamiento del despido que encierra el texto remitido por el Ejecutivo al Congreso. El PNV, junto a la izquierda parlamentaria, ha permanecido el margen de la negociación que ha mantenido el Gobierno con CiU para completar la reforma y, por tanto, no se siente comprometido.El Partido Popular, ajeno también a la negociación está en esta ocasión en una situación algo similar a la de los nacionalistas vascos, informa Federico Castaño.

Más información

Archivado En

_
_