La regulación, incómodo invitado del nuevo plan de Gas Natural
El grupo presenta este mes su primer plan estratégico tras comprar Fenosa, pese a los interrogantes del sector
Podría haberse desarrollado en una etapa más tranquila, lo que, tal vez, hubiera permitido que el anuncio se convirtiese en un fuerte catalizador en Bolsa. Pero Gas Natural va a presentar su plan estratégico de 2010-2014, el primero tras la compra y absorción de Fenosa, cuando las eléctricas se mueven en arenas movedizas. Será el próximo 27 de julio, y se duda que para esa fecha el Ministerio de Industria y las empresas del sector hayan alcanzado un acuerdo como el pacto logrado entre el departamento que dirige Miguel Sebastián y las compañías eólicas y termosolares.
El impulso bursátil que suele acompañar a la presentación de un plan estratégico habría venido muy bien a una compañía que pierde un 17,53% en el año, pese a que cuente con un 53% de analistas que aconsejan comprar sus acciones. Y aunque luzca la mejor puntuación del sector.
Los interrogantes del entorno no impiden que gestores y analistas esperen el anuncio de los objetivos para los próximos años con expectación, incluso en cierto modo con más interés. Porque se trata de conocer cómo el staff del grupo gasista prevé abordar el futuro con el marco regulatorio en pleno proceso de cambio. "Creemos que el plan centrará el interés del mercado", estima Nicolás Fernández, director de análisis de Banco Sabadell.
Los analistas esperan nuevos objetivos de reducción de deuda
Se refiere también a los resultados del primer semestre de 2010, que se anunciarán ese día, y destaca, en primer lugar, que no son comparables a los del mismo periodo del ejercicio precedente. Espera una ralentización en España, tanto en distribución de gas como en electricidad, y con subidas significativas en América Latina: un 12% más de Ebitda (resultado bruto de explotación) en gas y un alza del 15% en electricidad.
Banco Sabadell prevé que el beneficio neto se eleve a 1.000 millones de euros, lo que supondría un alza del 61%. Pero esta cifra está influida por las plusvalías, aunque desde el lado negativo por el aumento de los costes financieros.
También Antonio Cruz-Guzmán, de Banesto Bolsa, opina que el plan estratégico será la estrella de la jornada, frente a los resultados. Subraya que espera que la empresa aporte más visibilidad sobre su futuro en aspectos como la inversión -unos 4.500 millones de euros hasta 2012-, las sinergias obtenidas por la operación con Fenosa -200 millones a partir de 2012-, la reducción de deuda, así como en objetivos financieros. Banesto aconseja comprar las acciones de la empresa gasista y le otorga un precio objetivo de 18,33 euros.
De las referencias no demasiado concretas que el equipo directivo ha realizado en los últimos meses sobre los retos del plan, tal vez las más relevantes se han centrado en el recorte del apalancamiento, además del logro de una mayor integración entre las dos empresas que ya conforman el grupo. También el equipo de Credit Suisse señala que Gas Natural debería confirmar el próximo 27 de julio su compromiso con el crecimiento orgánico y con la mejora financiera.
El recorte de deuda alcanzado hasta los 20.900 millones de euros a 31 de diciembre se ha logrado básicamente con la venta de activos y la compañía que preside Salvador Gabarró sigue en esa línea. La última operación, la venta del ciclo combinado de 400 megavatios al grupo energético suizo Alpiq, se percibe como una continuidad en la estrategia enfocada a mejorar los ratios y cumplir con lo pactado con las autoridades reguladoras. Citi considera que el múltiplo pagado es alto y más en las actuales condiciones de mercado.
BPI destaca que las desinversiones acumuladas por 3.700 millones de euros han reducido la presión debida a la compra de Fenosa. Por su parte, UBS no prevé que la venta se traduzca en una reducción del beneficio por acción
Buscando una solución al puzle
La apertura de un proceso de revisión en profundidad del sector eléctrico -desde los costes, las tarifas, a casi todas las complejas reglas de juego que afectan a estas empresas- ha impacientado a inversores y analistas. Los primeros han reaccionado con salidas del capital, que han empujado a la baja las cotizaciones, mientras que las sociedades de Bolsa y los bancos de inversión muestran inquietud por los posibles impactos. Bank of America-Merrill Lynch se pregunta qué puede llegar después de la congelación de las tarifas, aunque estima que la mayor parte de la malas noticias ya están recogidas en los precios bursátiles. Como casi todo está encima de la mesa, Raimundo Fernández-Cuesta, de Nomura, plantea uno de los temas que más enfrenta a unas empresas con otras, y es una posible tasa a las hidráulicas y nucleares, ya que en algunos ámbitos consideran que esas centrales cuentan con elevados beneficios. No obstante, añade que el ministro no parece muy proclive a esa medida, pese a las fuertes presiones que cuenta para minimizar el alza de tarifas.Dicha tasa sería una opción para no incrementar el déficit tarifario -que se produce porque las tarifas no cubren los costes- y que se acerca a los 20.000 millones de euros. Gas Natural se vería más beneficiada por modificaciones que permitiesen que sus ciclos combinados tuviesen menos dificultades para entrar en el pool (mercado mayorista de generación), que da prioridad a las empresas de renovables.