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La lusa desoye el plazo máximo

La división en el consejo de PT impide el acuerdo con Telefónica

El plazo límite del día 16 de julio para decidir la venta de la operadora brasileña Vivo no va a cumplirse. El consejo de Portugal Telecom se reunió el viernes por segundo día, pero la complejidad de llegar a un acuerdo que contente a todas las partes hizo imposible el entendimiento.

La división en el consejo de PT impide el acuerdo con Telefónica
La división en el consejo de PT impide el acuerdo con TelefónicaBLOOMBERG

El día D ha pasado, no hay acuerdo sobre Vivo y la posibilidad sigue encima de la mesa. El culebrón de la batalla entre Telefónica y Portugal Telecom por la operadora brasileña de móvil vivió el viernes un episodio más, aunque no el último, como se esperaba y como la española planteó que iba a ser.

Portugal Telecom no tuvo prisa por convocar temprano a su consejo. Tras suspender la reunión el día anterior, la cita fue a las seis de la tarde, hora española. Este lapso daba tiempo a Telefónica para mejorar su oferta y, sobre todo, para incluir en ella la principal reclamación de la operadora portuguesa: un futuro industrial para ella en Brasil y no una mera presencia financiera como accionista minoritario de Vivo.

Pero cualquier oferta de Telefónica no sólo debía salvar las reticencias del consejo de administración de PT, que siempre ha rechazado las propuestas de la española, sino también del Gobierno. Y el Ejecutivo se encargó de dejar clara su postura. Una hora antes del inicio de la reunión, el ministro de la Presidencia, Pedro Silva Pereira, lanzó su mensaje: "La posición del Gobierno es conocida. Se pronunció contra la venta de Vivo, así que si la oferta de Telefónica no se altera, el rechazo se mantiene".

Estas declaraciones provocaron el desánimo en la cotización de Portugal Telecom en Bolsa, que ya había iniciado la sesión con caídas y que las profundizó hasta cerrar con una bajada del 4,53%, por la expectativa de un retraso en la venta de Vivo.

La postura del Gobierno y de algunos miembros del consejo de PT, como los representantes de la institución pública Caixa Geral, enfrentada al deseo de vender de otros, como el Banco Espírito Santo, hicieron imposible el acuerdo dentro del máximo órgano de administración de la operadora portuguesa. Al final, tras casi cuatro horas de reunión, los consejeros abandonaron el encuentro sin haber tomado una decisión sobre la oferta de Telefónica.

La postura del consejo tras la reunión no fue de ruptura, sino de falta de tiempo. No es que se rechazara la oferta de la española por Vivo y tampoco que se aprobara, según fuentes conocedoras de la reunión. Había sido Telefónica la que había impuesto como plazo la medianoche del viernes y PT requería un periodo adicional para casar todos los intereses y llegar a la mejor solución para todas las partes implicadas.

Las mismas fuentes aseguraron que esta decisión tenía el visto bueno de Telefónica, dispuesta a prolongar el plazo en busca de un acuerdo. Sin embargo, el presidente de Telefónica, César Alierta, fue contundente el pasado martes en sus declaraciones sobre este tema. "Esto se acaba el viernes día 16", afirmó, en declaraciones a la prensa, en un claro indicio de que no tenía intención de dar plazos extras.

En ese momento, Alierta no descartó que su compañía tomara medidas en caso de que Portugal Telecom no aprobara la venta de Vivo o su nueva oferta. La intención de Telefónica es acudir a los tribunales de arbitraje de Holanda y pedir la disolución de la sociedad conjunta que tiene con PT. "En la relación entre Telefónica y Portugal Telecom, somos dos socios, no pienso que tiene que interferir nadie más", señaló Alierta.

Los momentos clave de dos meses de batalla

-El 6 de mayo, Telefónica remite a Portugal Telecom una oferta de 5.700 millones de euros para comprar a la empresa portuguesa el 29,7% del capital que tiene en la operadora brasileña Vivo, cuyo control comparte con la española.-Esta oferta se mantiene en secreto hasta el 11 de mayo, cuando Portugal Telecom la hace pública, pero sólo para decir que su consejo de administración la ha rechazado por unanimidad.-Telefónica comienza una campaña para convencer a los accionistas de PT de las bondades de la oferta y presiona en busca de la convocatoria de una junta, para que sean los socios los que decidan.-El 26 de mayo Telefónica saca la artillería. Amenaza con una opa hostil a PT y con bloquear los dividendos de Vivo.-El Gobierno luso contesta dos días después a las declaraciones de Telefónica: la acción de oro está para usarla. Es el primer ministro luso, José Sócrates, quien lo dice.-Telefónica sube la oferta a 6.500 millones el 1 de junio. El consejo de Portugal Telecom vuelve a rechazarla, porque argumenta que no refleja el verdadero valor de Vivo para Telefónica, pero acuerda convocar junta el día 30 de ese mes para que sean los accionistas los que decidan. Comienza una batalla entre las dos compañías para convencer a los inversores de que apoyen su postura.-Once horas antes de la asamblea de accionistas de PT que votará su oferta por Vivo, Telefónica eleva de nuevo su oferta, a 7.150 millones, porque no contaba con los apoyos suficientes. Los accionistas aceptan la venta de Vivo por abrumadora mayoría, pero el Gobierno la veta.-El 8 de julio, el Tribunal de Justicia de la UE declara que la acción de oro que Portugal tiene en PT es ilegal.-Telefónica tiende la mano a PT y anuncia que está dispuesta a dialogar sobre su última oferta, pero con el día 16 de julio como límite. La portuguesa acepta las conversaciones.

Financiación

La filial mexicana emite 360 millones-Telefónica ha logrado colocar una emisión de bonos de su filial en México por 6.000 millones de pesos, unos 360 millones de euros. La emisión tiene la garantía de Telefónica y se ha dividido en dos tramos. El primero, a 10 años, se ha colocado a euríbor más 90 puntos básicos. El segundo, a cuatro años, a euríbor más 61 puntos básicos. Los recursos se destinarán a financiar las necesidades operativas de la filial mexicana.

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