Momento para títulos de elevado dividendo
Las incertidumbres económicas, en las que se incluyen la excesiva deuda de los Estados y la posibilidad de inflación en los próximos años, exigen un enfoque de inversión conservador. En este entorno volátil, la rentabilidad relativa por dividendos de compañías en infraestructuras en su sentido más amplio -servicios públicos y multiservicios, incluyendo eléctricas, gas y agua, telecomunicaciones, oleoductos y conducciones y transporte (peajes, ferrocarril)- está en el 5,6%, frente al 2% de la deuda estatal alemana, diferencias que suelen coincidir con periodos de acciones baratas.
El denominador común a estas empresas son altas barreras de entrada, entornos regulados u oligopolísticos. Están menos afectadas por ciclos económicos, con protección contra inflación, pues son capaces de aumentar precios y sus balances disponen de abundantes activos reales que se aprecian en los procesos inflacionistas. Se caracterizan por contar con mejores márgenes y rentabilidad. Además el dividendo a largo plazo tiene baja volatilidad en comparación con la rentabilidad del capital y su crecimiento los últimos 15 años es constante. El horizonte de inversión puede ser cinco años, periodo en el que siempre consigue rentabilidad positiva. Y se comportan mejor que el mercado global en plazos de tres años. Este universo está formado por 300 compañías con capitalización bursátil superior a 3.600 millones de dólares. Un 90% con sede en EE UU y Europa y el 10% en resto del mundo. Además su correlación con los índices mundiales es notablemente bajo, muy reducida con bonos globales e incluso negativa con acciones de Japón. Pero conviene tener en cuenta liquidez y volatilidad, modelos de negocio, márgenes y ventajas competitivas, equipo directivo y valoraciones, así como la diversificación entre divisas.
Bruno Lippens. Gestor de Pictet High Dividend Selection