CAM reafirma su decisión de fusionarse con Cajastur, Caja Extremadura y Cantabria
Caja Mediterráneo (CAM) ha reafirmado hoy su decisión de formar un Sistema Institucional de Protección (SIP) junto a Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria, según han informado fuentes de la entidad alicantina.
Las mismas fuentes han recordado que el Consejo de Administración de Caja Mediterráneo (CAM) aprobó ayer el contrato de integración propuesto por Cajastur, excepto "algunos matices o aspectos respecto a las condiciones de gobierno corporativo".
Esos matices hacen referencia al punto relativo a la asignación de delegaciones de poderes o facultades al consejero delegado, han confirmado las fuentes consultadas.
A pesar de no estar el Consejo de Administración de CAM de acuerdo con ese punto, la entidad financiera alicantina ha reiterado su decisión "firme e inequívoca" de formar un SIP junto a Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria, y ha manifestado que aprobó "en su totalidad", a excepción de dicho matiz, el contrato de integración.
Por ello, los presidentes de las cuatro entidades financieras y los respectivos directores generales tienen previsto reunirse, en fecha aún no fijada, para "seguir negociación el contrato de integración", han anunciado las citadas fuentes.
CAM ha reafirmado, igualmente, la necesidad de que la soberanía que ceden las cajas la reciba y administre el Consejo de Administración del banco y, a través de éste, el consejero delegado.
Fuentes financieras próximas a Cajastur dijeron hoy a EFE que la posición adoptada ayer por el Consejo de Administración de la CAM "pone en peligro y al borde del fracaso" el acuerdo que habían alcanzado estas cuatro entidades para constituir el quinto mayor grupo financiero del país y el tercero de cajas de ahorro.
En cambio Cajastur considera prácticamente rota la fusión virtual
La fusión virtual entre Cajastur, Caja Extremadura, Caja Cantabria y Caja Mediterráneo (CAM) puede considerarse prácticamente rota ante el rechazo de la caja alicantina a la delegación de facultades en el consejero delegado.
Fuentes financieras próximas a la caja han señalado a EFE que la posición adoptada ayer por el Consejo de Administración de la CAM "pone en peligro y al borde del fracaso" el acuerdo que habían alcanzado estas cuatro entidades para constituir el quinto mayor grupo financiero del país y el tercero de cajas de ahorro.
De confirmarse la ruptura, esta situación afectará también a los casi 1.500 millones de euros de ayuda que a finales de junio decidió conceder el Fondo para la Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) para el desarrollo de la "fusión fría" de estas cuatro cajas.
Un portavoz oficial de la entidad asturiana se ha limitado a señalar hoy que "los contratos se aprueban o se rechazan en su integridad, pero no por partes", y ha evitado hacer más comentarios sobre la situación que se ha generado o si consideran ya fracasada la operación.
No obstante, otras fuentes conocedoras de todo el proceso de integración de estas cajas han señalado a EFE que todo indica que esta fusión está "abocada al fracaso", ya que en el contrato hay una "cláusula de integridad" que impide acciones como la adoptada por la CAM y porque desde Cajastur no están dispuestos a que se modifique lo ya pactado.
Según estas fuentes, CAM se desmarcó ayer a última hora, "para sorpresa" de los otros tres socios, del contrato que habían consensuado para su integración en un Sistema Institucional de Protección (SIP) "porque no quieren que Cajastur la dirija, pese a que ese era el acuerdo alcanzado el 26 mayo, el que se llevó al Banco de España y el que sirvió para aprobar las ayudas del FROB".
El acuerdo inicial fijaba que en el nuevo grupo, la CAM, una caja que prácticamente dobla los depósitos y activos de la asturiana, tendría el mismo peso que Cajastur, una de las entidades más solventes y con mejores ratios del país.
Así, en el nuevo grupo, CAM tendría un 40 por ciento de participación, la misma que Cajastur -teniendo en cuenta ya la absorción de Caja Castilla La Mancha-, mientras que la de Caja Extremadura pesaría el 11 por ciento y la de Caja Cantabria, el 9 restante.
Esos porcentajes de control habían quedado reflejados también en el Consejo de Administración de la nueva entidad, que estaría presidido por Modesto Crespo, presidente de CAM, mientras que el máximo responsable de Cajastur, Manuel Menéndez, mantendría el puesto de consejero delegado del grupo, con facultades similares a las que tienen los del BBVA o el Santander.
Este punto, según fuentes conocedoras de toda la operación, es el que ha despertado los recelos de la CAM, que quiere que sea el Consejo de Administración el que administre la soberanía que cedan la cajas y no Manuel Menéndez, en quien ven una figura con atribuciones excesivas.
Para estas fuentes, sin embargo, es lógico que el gestor que ha demostrado tener mejores ratios de solvencia sea el encargado de dirigir el nuevo banco y que así fue como se contempló a la hora de trasladar el acuerdo al Banco de España y de pedir las ayudas del FROB.
Asimismo, esperan que el Banco de España se pronuncie hoy o mañana sobre la situación generada en torno a esta operación "a punto de frustrase" y a la que se sumó la CAM el pasado mes de mayo.
La entidad alicantina, que buscaba socio desde hacía meses acuciada por el Banco de España, se decidía así por el SIP liderado por Cajastur, después de haber intentando acuerdos con BBK o Caja Murcia, que no prosperaron.
Fuentes financieras han recordado que en este caso ni Cajastur ni Caja Extremadura precisan de las ayudas FROB, por lo que tampoco tienen "nada que perder si se frustra esta operación", pero que la CAM se encuentra en una posición totalmente distinta.