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Columna
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La debilidad del PIB de EE UU

La Reserva Federal puede ser todavía muy optimista respecto a la economía de Estados Unidos. Las previsiones de crecimiento de la Comisión Federal de Mercado Abierto cayeron en junio al nivel de abril. Pero los miembros más pesimistas de la institución estiman que todavía hay un escenario de aterrizaje leve, con un crecimiento del 2,9% en 2010 y 2011. Pero los datos recientes pueden apuntar a una desaceleración más marcada, debido a la política fiscal y monetaria más extrema.

La previsión a la baja de la Fed de crecimiento y de inflación para 2010 y 2011 reflejan los problemas financieros en Europa, que han ocasionado un marcado fortalecimiento del dólar, y la falta de la seguridad en los bonos del Tesoro. Esto debería reducir la presión inflacionaria en EE UU y frenar también su crecimiento y el aumento del déficit de la balanza de pagos. Las últimas cifras de producción, balanza de pagos, precios de importación y ventas minoristas confirman estas expectativas.

En el primer trimestre, el crecimiento del PIB fue apenas del 2,7%, del cual más de la mitad se produce por el vaivén de la inversión. Dada la aparente desaceleración reciente, el crecimiento de la economía podría contraerse en lugar de acelerarse en los próximos meses, según la entidad.

Una contracción tan rápida en el crecimiento después de una recesión parece sorprendente. Pero hay explicaciones. La recesión de 2008-2009 fue causada por un atípico colapso financiero. Los préstamos a las pequeñas empresas siguen, por ejemplo, rezagados. Además, el enorme gasto del Gobierno ha producido un déficit récord y las reformas en el sector sanitario y financiero generan incertidumbres en la economía. La Fed podría conseguir un aterrizaje suave. El peligro es que esa suavidad se convierta en una arena movediza económica.

Por Martin Hutchinson

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