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La pugna por Vivo

Los analistas alertan contra la vía arbitral para romper el pacto de Telefónica y PT

Ni por tiempo ni por posibilidades de éxito. Varios analistas han advertido en sus informes contra la intención de Telefónica de acudir a los tribunales holandeses para pedir la disolución de su sociedad con Portugal Telecom y repartirse Vivo. Uno de los peligros es que la lusa se adelante en la compra a los minoritarios de la brasileña. Le bastarían 600 millones.

Los analistas alertan contra la vía arbitral para romper el pacto de Telefónica y PT
Los analistas alertan contra la vía arbitral para romper el pacto de Telefónica y PTREUTERS

Queda todo el día de hoy y el de mañana para que Telefónica y Portugal Telecom lleguen a un acuerdo sobre el futuro de Vivo que obtenga la bendición del Gobierno portugués. Todas las partes, por tanto, están a tiempo de cumplir el plazo máximo establecido por la española para desbloquear la situación, que expira el viernes a las doce de la noche, hora española.

Telefónica ha querido mostrarse firme en el fin de las negociaciones y no descarta acudir a los tribunales de arbitraje de Holanda en caso de que no se llega a un acuerdo.

Esta posibilidad se ha planteado como amenaza a lo largo de todo el proceso, pero varios analistas advierten que los resultados pueden no ser óptimos. "Esta alternativa puede retrasar el proceso bastante tiempo y no hay ninguna garantía de éxito", señala BPI. La idea de Telefónica sería disolver la sociedad conjunta al 50% entre Telefónica y Portugal Telecom, cuyo nombre es Brasilcel y que es dueña del 60% de la operadora brasileña Vivo. Según consta en el pacto de accionistas, las dos socias acordaron acudir al arbitraje holandés en caso de disputa. Ahora, la española apelaría a él para romper la alianza y repartirse las acciones de Vivo entre las dos.

Un inversor compró en Bolsa el 2,7% de las acciones con voto de Vivo

æpermil;se sería el primer paso. Después -o durante-, Telefónica podría comprar en Bolsa las acciones de Vivo en manos de los minoritarios y alcanzar así la mayoría de la operadora. Portugal Telecom no estaría en una posición tan favorable para competir en esta lucha por su menor capacidad financiera.

Pero varios expertos apuntan dos riesgos en esta estrategia. El primero es el tiempo. Por mucho que el arbitraje sea más rápido que la vía judicial, puede costar años tener una resolución en la mano. "El riesgo de un prolongado proceso legal es perjudicial para todas las partes", señala Bernstein.

El segundo riesgo es que Portugal Telecom se adelante en la compra a los minoritarios de Vivo. Es cierto que las dos socias controlan el 60% del capital, por lo que queda un 40% que cotiza en Bolsa y su adquisición es cara. Pero la operadora brasileña tiene dos clases de acciones. Las primeras son las ordinarias o comunes. Tienen derechos políticos, pero a cambio disfrutan de menos beneficios económicos. Las segundas son las acciones preferentes. No cuentan con derecho a voto, salvo en casos limitados, y lo compensan con más derechos económicos.

Para controlar Vivo, por tanto, no sería necesario comprar todas las acciones que cotizan en Bolsa, sino la mitad más una de las ordinarias. Y de esas sólo están en el mercado unas pocas, ya que la mayoría está en manos de Telefónica y Portugal Telecom. El resultado es que sólo queda en poder de minoritarios el 11,1% de las acciones ordinarias, el equivalente a 15,24 millones de títulos. El coste de comprarlas sería de sólo 600 millones de euros, a los precios actuales de cotización, así que Portugal Telecom podría ganar la partida a Telefónica con un desembolso de poco más de 300 millones.

Según los cálculos de BPI, los recursos que debería movilizar PT para bloquear a Telefónica serían algo superiores, de 1.500 millones, pero aun así cree que tiene capacidad financiera para asumirlo y no le parecería extraño que, si se da la situación, lo hiciera.

De hecho, es posible que los movimientos de este tipo ya hayan empezado. Según el diario brasileño Valor Económico, el martes hubo una venta en bloque coordinada por Morgan Stanley del 2,7% de las acciones con derecho a voto de Vivo. Podría tratarse de una transacción ordinaria, pero esta operación ha despertado las sospechas de que Telefónica o Portugal Telecom hayan empezado a tomar posiciones, sobre todo porque el dueño de la participación era Cyrte, el antiguo vehículo inversor de John de Mol, fundador de Endemol.

El Gobierno portugués vigila la negociación

El Gobierno portugués dio ayer una señal de aviso. A través del ministro de Obras Públicas y Comunicaciones, Antonio Mendonça, recordó que forma parte de la partida y que está dispuesto a volver a intervenir. "Naturalmente, el Ejecutivo estará atento al desenlace de todo el proceso y también, naturalmente, realizará las intervenciones que considere oportunas para mantener lo que consideramos que son intereses vitales para el país", afirmó, en referencia a las negociaciones entre Telefónica y Portugal Telecom para desbloquear la venta de Vivo.Mendonça consideró igualmente que la sentencia del Tribunal de Justicia europeo que declaró ilegal la acción de oro de Portugal en PT "no pone en duda la actuación del Gobierno portugués" y aseguró que al utilizar su poder de veto el Estado defendió el "interés nacional".

UBS y Deutsche Bank

Los bancos de inversión UBS y Deutsche Bank han rebajado su participación en Portugal Telecom. La primera tenía el 5,84% y ahora ha comunicado que posee el 3,88%. La reducción del banco germano es menor. Ha pasado del 2,36% al 1,94% actual.

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