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Columna
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Intel y Río, caminos opuestos

Es el comienzo de una fuerte recuperación económica. Pregúntele a la gente de Intel. El fabricante de microprocesadores sonríe porque la compañía "tiene un margen para respirar en la economía y en sus presupuestos", según la declaración del consejero delegado, Paul Otellini. O tal vez es el final de una débil recuperación. Posteriormente, Tom Albanese, presidente de la minera Río Tinto, señaló los temores sobre una posible recesión de doble caída en los países de la OCDE y una ligera desaceleración en el crecimiento de China.

Ambos directivos son optimistas en el largo plazo. ¿Por qué no? La ganancia de más de 5.000 millones de dólares es una gran noticia para los proveedores, ya sea desde las materias primas más básicas hasta los componentes electrónicos más sofisticados.

Pero para los próximos trimestres, los inversores tendrán mucho de qué preocuparse. Las compañías tecnológicas pueden hacerlo mejor. El fabricante de microprocesadores neerlandesa ASML aumentó ayer sus previsiones para 2010, pero los datos macroeconómicos de EE UU y parte de Europa siguen siendo mediocres. La producción industrial en la zona euro creció en mayo menos de lo esperado.

Los inversores han sido optimistas durante casi dos semanas, pero eso no crea una tendencia. La mejora del estado de ánimo se produje después de un segundo trimestre muy malo. Los progresos han sido pocos y los diferenciales de crédito han aumentado.

Los mercados financieros parecen más frágiles que los de bienes, pese a la ayuda fiscal y monetaria de los Gobiernos y del BCE. El modesto endurecimiento de China quizás dañe los precios de los activos y el mercado de los productos básicos. No se necesita mucho para ensombrecer el estado de ánimo en el mercado: un poco de deflación o un problema inesperado en la banca puede bajar el ánimo.

Edward Hadas

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