Vuelve la inflación de los impuestos
España ha tenido la inflación controlada mientras la crisis ha mantenido a la demanda dormida. De hecho, el índice general de precios ha viajado en tasas interanuales inferiores a la media europea durante más de un año, pero ha vuelto ya a superarlas, aunque la recesión se haya abandonado sólo por centímetros, y con evidente riesgo de volver a ella. Sin embargo, el principal agitador de la inflación ahora es el Gobierno con las subidas de impuestos, que siempre han sido inflación en vena, puesto que son subidas de precios finales, que soporta el consumidor final de bienes o servicios.
En el mes de junio la tasa general interanual del Indice de Precios de Consumo (IPC) descendió al 1,5%. Pero su desgregado revela cómo los impuestos aportan una sexta parte del avance generado en los últimos doce meses. En concreto, suponen tres décimas de las dieciocho que ha aumentado el índice. El propio INE revela que el índice de precios general sin tabaco sería del 1,8%.
En el mes de junio no se produjo, no obstante, una subida de los impuestos especiales sobre las labores de tabaco. Pero todas las compañías en fechas muy próximas subieron los precios del tabaco en todas sus modalidades (picadura, cigarros, cigarrillos), con el efecto que tiene en la recaudación de Hacienda, ya que la mayor parte del componente final de los precios son impuestos especiales o Impuesto sobre el Valor Añadido.
El pasado día 1 de julio el Gobierno subió dos puntos el IVA sobre todos los productos y servicios afectados por el tipo general: del 16% al 18%, y elevó en un punto los bienes y servicios gravados con el tipo reducido de IVA: del 7% al 8%. Su repercusión sobre los precios finales se conocerá a finales de este mes, pero no será escasa, pese a que en la distribución textil y de complementos seguramente la coincidencia con las rebajas absorberá parte del efecto IVA en los precios finales y en el Indice de Precios. En todo caso, la aportación de los impuestos a la inflación, con decisiones directas del Gobierno, será notable. No obstante, salvo sorpresas con la demanda en los próximos meses o un nuevo brote inflacionista en la energía, los precios estarán controlados.