_
_
_
_
Los criterios del test de 2009 recibieron fuertes críticas

EE UU, pionera en despejar las dudas

El antídoto contra la peligrosa incertidumbre es la transparencia, y a principios de 2009 EE UU estaba muy necesitada de ella. Pese al plan de salvamento de la banca, TARP, los mercados mantenían las dudas sobre la capacidad de la banca para aguantar una crisis que se adivinaba profunda y larga. Y después de la experiencia de Lehman y AIG, los inversores no sabían si la devaluación de los activos ligados al mercado hipotecario hundirían más bancos. Ante la desconfianza general, y pese a los estímulos, el dinero no fluía.

En ese ambiente, el 9 de febrero, el secretario del Tesoro, Tim Geithner, anunció que junto con la Fed y el resto de supervisores bancarios iba a poner en marcha un proceso para valorar la resistencia de los bancos a un agravamiento de la crisis, y valorar si tenían capital suficiente para seguir haciendo préstamos. Un total de 19 instituciones financieras, las más grandes, serían analizadas.

Los test de estrés fueron muy controvertidos. El presidente de Wells Fargo dijo que eran "una tontería", y no fue el único que desestimó su valor. Más aún, el club del cinismo sumó miembros, y no sólo por las dudas del Gobierno y la Fed sobre si hacer o no públicos los resultados o porque los reguladores los hicieran a puerta cerrada en consultas con los propios bancos. El problema, era la metodología para hacerlos, que se juzgaba poco realista.

Los test contemplaban dos escenarios. Uno positivo en el que se esperaba una contracción del 3% en el segundo trimestre antes de volver al terreno positivo en la segunda parte del año y un crecimiento lento hasta el 3% en 2010 (el FMI prevé un 3,3%). El paro quedaría por debajo del 9% en 2010. Actualmente es del 9,5% pero se llegó al 10,1%.

En el peor escenario la contracción de 2009 se estimaba en el 3,3% y el crecimiento en 2010 se proyectaba anémico, apenas un 0,5%. Mientras, los precios de la vivienda caían 7% en 2010 tras caer otro 22% el año anterior, el paro quedaría en el 10,3%.

Las previsiones económicas de entonces apenas contemplaban el primer escenario, y en materia de desempleo y vivienda no han estado muy erradas.

Con todo, los resultados sí fueron el bálsamo que teóricamente se esperaba que fuera. En parte porque las notas fueron mejores de lo que se esperaba. En mayo se supo que diez entidades necesitaban capitalizarse pero solo necesitaban 75 millones de dólares. Se evidenció que las pérdidas se podían gestionar y que el sistema no era insolvente como se temía y descontaba. Los mercados respiraron tranquilos y el cinismo y la crítica se fueron diluyendo para hacer paso a la confianza.

De la mano de la rumorología

Pese a que el objetivo era tranquilizar, la puesta en marcha de los test de estrés provocó mucha inquietud. Por el examen en sí mismo y por si estaba honestamente planteado. Una vez más, y pese a la crisis, el mercado desconfió de supervisores y según fueron anunciadas las pruebas el 9 de febrero de 2009, la Bolsa profundizó una fuerte etapa de pérdidas que duró casi dos semanas para llegar a mínimos. La volatilidad se disparó. Muchos ejecutivos de los bancos consideraban que los tests no eran necesarios y que las entidades estaban bien capitalizadas. Los supervisores, entonces, se centraron sobre todo en la parte del capital Tier 1, de más calidad, en particular en la parte de acciones comunes. El mercado se llenó de rumores que pesaron en los títulos de la banca y por tanto en los índices.Uno de los más persistentes, dada la reciente caída traumática de Lehman, era el de una posible nacionalización de los que estuvieran en mala situación, porque entre otras cosas se contaba con que las resultados fueran peores y que algunos recibirían unas notas que imposibilitarían su recuperación.Cuando en mayo se anunciaron los resultados, se hizo una cierta calma y se consolidó un tímido rebote. Como se dijo entonces, "se dio la vuelta a una esquina", aunque bien es cierto que luego la banca no ha abierto del todo la mano con el crédito, uno de los objetivos principales.

Archivado En

_
_