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Secretos de despacho

Sentido y sencillez en Philips

José Manuel Torre apuesta por la aplicación de la tecnología en su gestión.

Es la pura definición del minimalismo. Líneas despejadas de cualquier objeto superfluo, con la única decoración de la propia tecnología de la firma. El despacho de José Manuel Torre (Madrid, 1962), vicepresidente de Philips Iberia, refleja el propio lema de la compañía: sense and simplicity. Sentido para aprovechar al máximo el trabajo, sencillez en la formas.

"El espíritu sense and simplicity lo he llevado a este despacho", asegura mientras entra a su lugar de trabajo, recién llegado de una videoconferencia. Si la multinacional holandesa buscara a alguien con valores nórdicos, no podría encontrar mejor ejemplo en un directivo como Torre: planificación, eficiencia, control, son vocablos comunes en su conversación. "El despacho lo tengo dividido en cinco áreas", explica. Unas zonas que para el invitado pueden pasar desapercibidas, pero que para él están muy claramente diferenciadas. "Zona institucional" de sofá y mesa para las visitas de clientes, bancos, abogados o consultoras. Otra, una mesa auxiliar para el ordenador. "Pero mi mesa de trabajo es otra distinta", señala sobre la que se realiza la entrevista, una tabla cuadrada contigua a la más pequeñita para el PC. Otro espacio es simplemente el que acoge una pantalla para teleconferencias y, por último, una pizarra al final del despacho: "Me gusta planificar en gráficos y en dibujos lo que vamos hablando. Es el área de brainstorming. Si, por ejemplo, somos cinco personas en una reunión, aquí nos ponemos todos a dibujar cada uno sus ideas".

Pero el despacho tiene otra peculiaridad. "No admito que haya papeles en las reuniones", asegura. De hecho, no se ve ni un triste folio. Sólo un discreto cuaderno oscuro con goma al más puro estilo Hemingway para apuntar ideas y dibujar gráficos. Los papeles son sustituidos por los ordenadores. "Aquí todo el mundo tiene su propio ordenador", explica, con el que acude a las reuniones. Durante éstas, cada uno muestra sus presentaciones en la pantalla y al final "se redacta un correo electrónico en el que todo el mundo esté de acuerdo y al minuto se manda a todos los interesados".

El espíritu de la compañía se traduce, según el vicepresidente, para cada acción de la compañía, en tecnología diseñada para cada necesidad, fácil de explicar, no sólo a los clientes y de uso sencillo. El objetivo: "Ser líder del sector de bienestar y cuidado de la salud", lo que engloba las tres divisiones de la multinacional: alumbrado, cuidado de la salud y consumo y estilo de vida.

Sabe bien de lo que habla. Lleva toda su vida profesional en la casa. Se siente a gusto porque le han ofrecido muchos retos diferentes, también "por sus valores muy comprometidos", por ejemplo en la sostenibilidad, y "porque es una compañía que está continuamente reinventándose". De hecho, asegura que cuando él comenzó a trabajar en Philips, en 1986, la firma "estaba tremendamente jerarquizada y burocratizada. Ahí sí que había papeles". "Mi primer trabajo fue enfrentarme a un listado de 1.500 páginas, el listado de proveedores", bromea. Tal vez de ahí le proviene su fobia al papel.

Actualmente Philips está en el quinto puesto en el ranking de Best place to work, un lugar aparentemente amigable para sus 700 trabajadores en España y otros 200 en Portugal, donde Torre viaja al menos dos días a la semana. Porque este ejecutivo es algo más que un simple vicepresidente. Acumula los cargos de director general financiero para la Península, director financiero de la división de alumbrado y máximo responsable de la filial portuguesa. "Los viajes son una constante en mi vida", asegura. Para poder compaginar todos sus cargos se reconoce como amante de la planificación. Cada noche repasa su agenda del día siguiente y por la mañana cuadra exactamente lo que va a hacer. "Sólo acudo a las reuniones en las que pueda aportar valor", reconoce. "En lo demás delego. Por eso, mis diferentes equipos tienen una importancia fundamental".

Despide la entrevista justo a la hora de comenzar otra videoconferencia con directivos de Inglaterra y Holanda, país que luchará con España por el Mundial. Si el estilo holandés se caracteriza por el jogo bonito, Torre define al estilo empresarial de la base de Eindhoven por "una visión global, otros son más nacionalistas".

Una oda del 'currito' al directivo

José Manuel Torre busca en un armario que esconde los únicos libros versión papel en el despacho. Saca un objeto al que le tiene especial cariño y que le ha acompañado en sus diferentes responsabilidades. Es un poema enmarcado. Oda a José Manuel, se titula. La escribió un operario de la planta de Novalux, de Philips, cuando Torre se marchó. "Fue mi primer trabajo como directivo. Era el director financiero de la planta. Es que luchamos mucho por esa fábrica. Cambiamos la visión que tenía el comité sobre la dirección".Es el único objeto personal, aparentemente, en la oficina. Los demás, escasos, son todos de Philips: el monitor, la pantalla, el teléfono, el aparato de audio, incluso la lámpara sobre la mesa. Sólo es ajeno el ordenador. "Es que no fabricamos", se disculpa.Pero quizás la reina del despacho sea la gran pantalla para celebrar videoconferencias. Desde un enlace de internet puede entrar a conversar con colegas de todo el mundo mientras comparte y consulta los ficheros en la misma. "Me ahorra muchos viajes", reconoce. No está mal para alguien que dice trabajar 12 horas al día y aprovecha sus trayectos, estancias en aeropuertos o en casa para mantener conferencias.

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