Cómo cambiar el modelo productivo
86 expertos reclaman más apoyo económico a las pymes para que innoven y creen empleo de calidad
De tres millones de pymes que hay censadas en España, apenas 42.000 innovan. Una cifra muy baja si se compara con la media de otros países desarrollados, y que está provocando fuertes pérdidas de competitividad y de productividad para un gran número de compañías españolas, obligadas a vender productos y servicios en otros mercados. Así lo recalcan los 86 expertos consultados por la Cátedra UAM-Accenture en Economía y Gestión de la Innovación, a partir de cuyas opiniones se ha generado el informe "El papel de la innovación en el nuevo modelo económico español", realizado en colaboración con Aetic, en el que presentan una serie de recomendaciones para que la innovación pueda convertirse en el eje de un nuevo modelo de crecimiento productivo y de generación de empleo.
Y para ello proponen cambios profundos en algunos de los paradigmas consolidados en el sistema de ciencia e innovación. El principal indicador que ha servido de termómetro para medir la salud del sistema es la inversión en I+D, algo considerado erróneo en el informe. "Hacer investigación y desarrollo sólo está al alcance de las grandes empresas, una mínima parte del tejido industrial. Sin embargo, cualquiera puede innovar en servicios y productos", subraya Juan Pedro Moreno, socio director de Accenture y presidente del Consejo Directivo de la Cátedra UAM-Accenture. Por lo tanto, el estudio incide en la necesidad de centrar los apoyos, en especial los económicos, en las pymes y en los sectores tradicionales.
Y lo primero que propugna es establecer campañas permanentes de difusión de las líneas de crédito e instrumentos financieros que tienen a su disposición las empresas. "Una de las razones de que la media de empresas innovadoras sea más baja en España puede estar implícita en el propio tejido industrial, ya que mientras que las grandes compañías aprovechan bien el apoyo fiscal, las pymes no utilizan esa ayuda", subraya el estudio, que reclama campañas de comunicación masivas y la puesta en marcha de servicios de atención telefónicos y electrónicos para resolver dudas y problemas.
Plantean eliminar las barreras a la actividad empresarial
Pero el principal cuello de botella que impide a las pymes avanzar en su camino a la innovación es la obtención de financiación. Las compañías que producen bienes o servicios innovadores no disponen de capital para desarrollarlos y, por lo tanto, están obligadas en la mayoría de casos a negociar préstamos con entidades financieras. Y lo primero que el banco le solicita a esa empresa es un aval, del que no dispone. "El aval de las empresas es su idea, algo intangible, que en ningún caso es valorado por las entidades", recalca Moreno.
Por ese motivo, el informe propone que los intangibles puedan formar parte de los activos de una empresa y que estos puedan ser evaluados por un comité de expertos independientes como un aval para garantizar la actividad futura. "La cuestión no es resolver el problema de las pymes que ya innovan, si no conseguir que las miles de empresas ajenas al proceso innovador se enganchen a ese carro", destaca el texto, que propone dos vías: créditos con fondos públicos, "siempre que no conlleven requerimientos que las empresas no pueden pagar", o créditos con fondos privados "que no pagarán la misma prima de riesgo que en la actualidad".
Otro de las espacios en el que existe margen de mejora, según el estudio, es el uso de las tecnologías de la información y su aplicación por parte de las empresas. Para corregir la elevada diferencia respecto a otros países desarrollados, el estudio sugiere tres instrumentos. "La potenciación del DNI electrónico para el incremento de la seguridad en las compras a través de la red, el establecimiento de redes wifi gratuitas en grandes espacios públicos y la mejora de la formación en informática de los profesores serían las alternativas con una mayor eficacia social", destaca el texto que, sin embargo, rechaza la posibilidad de subvencionar la compra de equipos o reducir impuestos como vías para impulsar el uso de las nuevas tecnologías. En su opinión, el instrumento que puede ser la principal locomotora en el uso de la sociedad de la información es la generación de su uso por parte de la administración. Y para ello pone como ejemplo el desarrollo tecnológico de la Agencia Tributaria, que permite a la gran mayoría de los contribuyentes realizar las transacciones de forma electrónica.
Planteadas las soluciones para mejorar el acceso al crédito y ampliar la dotación de capital, los expertos creen que otra prioridad para impulsar el sistema de ciencia e innovación pasa por eliminar las numerosas trabas que existen para la actividad empresarial. "Dicha eliminación es un instrumento más potente para favorecer el emprendimiento que los subsidios. En momentos de crisis, en el que la movilidad geográfica puede ser clave, esta dispersión legislativa resulta un muro insalvable", recalcan.
Y un dato que avala la existencia de estas barreras es la clasificación realizada por el Banco Mundial a través del informe anual Doing Business, en el que sitúa a España como uno de los países del mundo en el que existen más impedimentos para la libre circulación de trabajadores o empresas. En lo que se refiere a facilidades para la actividad económica, España se sitúa en el puesto 62 de 183, al mismo nivel de naciones como Kazajistán o Namibia.
Criterios para establecer méritos
El estudio establece como prioridad la necesidad de mejorar la valoración social de la innovación. Y para ello considera muy importante que los trabajos que realicen los profesores o investigadores universitarios en colaboración con las empresas o los centros tecnológicos tengan alguna consideración en el currículum, "algo que no ocurre en la actualidad, ya que en el currículum investigador sólo se tienen en cuenta las publicaciones en revistas científicas".Otra propuesta se centra en la creación de premios nacionales para las mejores ideas innovadoras o el cambio de mentalidad en cuanto al fracaso empresarial. En otros sistemas como el norteamericano, las empresas de nueva creación que fracasan a la hora de sacar un producto o un servicio son bien consideradas, ya que están apostando por algo novedoso o distinto, mientras que en la mayoría de casos en España, esas compañías son estigmatizadas por la falta de confianza en la innovación. "Esa puede ser, seguramente, unade las causas del bajo número de vocaciones emprendedoras en España", concluye el texto.
Datos
1 Gasto. España invierte el 0,71% del PIB en I+D, mientras que la media de la UE llega al 1,25%..2 Innovación. El 6,1% de las empresas españolas lanza productos nuevos frente al 12, 7% de la UE.3 Educación. El 74% de la población se gradua en Secundaria frente al 85% de la media europeoa.4 Vocación. Sólo el 9,6% de los españoles muestra interes por la ciencia y la tecnología.