Telefónica y PT muestran su disposición al diálogo para aplacar a Portugal
Telefónica y Portugal Telecom han decidido plegar armas y buscar una solución negociada al punto muerto al que había llegado la batalla por Vivo. El objetivo es aplacar al Gobierno luso y presentarle una solución que le permita dar marcha atrás al veto que impuso a la operación.
Diálogo para arreglar el problema, fue la recomendación del presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero. Falta de negociación como uno de los motivos que habían llevado al bloqueo, fue la respuesta que esgrimió José Sócrates, primer ministro portugués, para justificar el uso sin precedentes de la acción de oro para vetar el acuerdo mayoritario de la junta de accionistas de Portugal Telecom para vender Vivo a Telefónica.
Las dos protagonistas han tomado nota y ayer decidieron demostrar que están dispuestas a aceptar consejos y buscar una solución negociada.
La primera que tendió la mano fue Telefónica. Aunque habían existido contactos, la declaración de la española se hizo pública antes que la portuguesa. "Telefónica esta dispuesta a continuar buscando las soluciones posibles para llevar a buen fin la operación, en la medida en que exista la disponibilidad de PT a estos efectos, y de tal manera que las partes interesadas se sientan confortables", aseguraba, en un comunicado emitido pasadas las seis y media de la tarde.
Dos horas y media después llegó la respuesta de PT. La compañía "está disponible para dialogar con Telefónica con el objetivo de analizar opciones que optimicen las ventajas para las dos partes".
Eso sí, el comunicado de PT añade dos tirones de orejas a Telefónica. En el primero recuerda que la operadora lusa ha estado siempre dispuesta a negociar, lo que deja implícito que es Telefónica la que no se ha acercado. La segunda nota reivindica es la que constata la buena capacidad que tienen Telefónica y PT para trabajar juntas "como demuestra el éxito de Vivo".
El momento elegido para anunciar su disposición al entendimiento no es casual. Hoy, a primera hora de la mañana, se conocerá la sentencia del Tribunal de Justicia de la UE sobre la acción de oro que mantiene Portugal en PT. Todo apunta a que la declarará ilegal, pero todo apunta también a que el Gobierno luso no cejará en su postura por mucho que lo diga Bruselas.
Con una oferta de diálogo por parte de Telefónica y PT, lo que se busca es evitar esa primera reacción de Sócrates y conseguir que no se reafirme de manera que le sea imposible dar marcha atrás. El objetivo es darle al Gobierno portugués la oportunidad de levantar el veto sin quedar comprometido, presentándole la salida del diálogo que había requerido.
Fuentes cercanas a la operación aseguran que la negociación ha sido la recomendación de los dos Gobiernos implicados, el portugués y el español, para intentar desbloquear una situación que amenazaba con enquistarse.
Lo que no está claro es cuál será la materia de diálogo. La meta de Telefónica no ha cambiado: quiere hacerse con el capital de Portugal Telecom en Vivo para tener el control total de la operadora brasileña y poder fusionarla con la filial de telefonía fija y banda ancha que tiene en el país.
Por eso, lo fundamental de la oferta cambiará poco. La española no tiene mucha intención de subirla, porque los 7.150 millones ofrecidos consiguieron el visto bueno de los accionistas de PT por mayoría abrumadora. Tampoco está dispuesta a renunciar a Vivo. Las negociaciones, por tanto, se centrarían en aspectos colaterales que pudieran beneficiar a PT, según las fuentes antes citadas. Otras fuentes, sin embargo, apuntan que Telefónica se ha dado cuenta de que puede perderlo todo si no busca una solución que convenza al Gobierno de Portugal.
Para el Ejecutivo de Sócrates, a la vez, será más complicado vetar una operación que tenga el acuerdo del consejo de PT, que hasta ahora se había mostrado en contra de la venta de Vivo.
Después del veto en la junta, Telefónica anunció que la oferta seguiría vigente hasta el día 16. Ese plazo sigue en pie y se espera lograr una solución antes del próximo viernes.
Los accionistas portugueses dan por muerta una alianza de 13 años
Uno de los problemas a los que se enfrentan Telefónica y Portugal Telecom es cómo pueden seguir siendo aliados y gestionar Vivo de forma conjunta después de la batalla que han desatado y la desconfianza mutua generada en estas semanas.De hecho, algunos accionistas portugueses de PT miembros del núcleo duro han justificado su voto a favor de la venta de Vivo con el argumento de que Telefónica y Portugal Telecom ya no pueden seguir conviviendo. Dadas las amenazas de la española de una opa hostil, vender Vivo es el mal menor, ha asegurado el Banco Espírito Santo.Telefónica y Portugal Telecom también son conscientes de ello. Por mucho que la portuguesa quiera mantener su participación en Vivo sabe que la española estará esperando el momento para presentar una nueva oferta o para hacer un movimiento que le dé el control total de la operadora brasileña.De ahí que las dos tengan interés en sentarse a negociar y buscar una solución pacífica. Eso significará el final de una alianza que ha durado trece años y que ha supuesto la creación del líder del móvil en Brasil.
Los momentos clave de la polémica
-El 6 de mayo Telefónica remite a Portugal Telecom una oferta de 5.700 millones de euros para comprar a la empresa portuguesa el 29,7% del capital que tiene en la operadora brasileña Vivo, cuyo control comparte con la española.-Esta oferta se mantiene en secreto hasta el 11 de mayo, cuando Portugal Telecom la hace pública, pero sólo para decir que el consejo la ha rechazado por unanimidad.-Telefónica comienza una campaña para convencer a los accionistas de PT de las bondades de la oferta y presiona en busca de la convocatoria de una junta, para que sean los socios los que decidan.-El 26 de mayo Telefónica saca la artillería y amenaza con una opa hostil a PT.-El Gobierno luso contesta dos días después: la acción de oro está para usarla.-Telefónica sube la oferta a 6.500 millones el 1 de junio y PT convoca junta el día 30.-Once horas antes de la asamblea, Telefónica eleva de nuevo su oferta, a 7.150 millones. Los accionistas aceptan la venta de Vivo, pero el Gobierno la veta.
Banco de Noruega
El Banco Central de Noruega, accionista de Portugal Telecom, ha reforzado su participación en la operadora hasta el 5,19%, desde el 2,13% que tenía hasta ahora. Fuentes del mercado señalan que este movimiento demuestra confianza en que salga la venta de Vivo.