Volkswagen renueva el Phaeton con la vista puesta en China
Con la versión lanzada en 2002 el grupo no logró las ventas previstas. Espera mejorar con la nueva generación.

El primer Phaeton se puso a la venta en España en septiembre de 2002. Dos años después de su nacimiento ya era considerado un fracaso, y en 2006 dejó de exportarse a EE UU debido a la escasa demanda. La razón no hay que buscarla en una carencia de calidad, sino en una falta de imagen respecto a Audi A8, BMW Serie 7 o Mercedes Clase S.
Para fabricarlo no se escatimaron gastos, y se construyó en Dresde la llamada Factoría Transparente, una joya de la arquitectura con muros acristalados y suelos de madera. Las razones por las que se ha decidido lanzar una segunda generación son variadas. Por una parte, la versión de 2010 es el fruto de una profunda remodelación, no un modelo completamente nuevo. Además, la conyuntura económica actual puede ser más favorable para grandes berlinas como el Phaeton, menos ostentosas que sus rivales. Por otra parte, el grupo Volkswagen está muy centrado en China, donde puede haber suficiente demanda para este coche. En 2009 se vendieron en el gigante asiático 1.400 unidades, un 40% más que el año anterior. En el mismo periodo, Mercedes comercializó en China 15.000 unidades de su Clase S. De hecho, el Phaeton se presentó oficialmente en el salón Auto China 2010.
Y por último, hay que tener en cuenta que el Phaeton es uno de los coches que, como el Bugatti Veyron, ha nacido gracias al empeño personal de Ferdinand Piëch. A sus 74 años, Piëch es el presidente del consejo de vigilancia de Volkswagen, genio de la ingeniería, sobrino de Ferdinand Porsche y accionista de referencia tanto de Volkswagen como de Porsche. Además, tiene un carácter duro, de modo que no parece que nadie esté por la labor de proponer la eliminación del Phaeton de la gama.
El nuevo Phaeton se distingue sobre todo por un frontal rediseñado, con un predominio de bandas cromadas que no se usa en ningún otro Volkswagen y muy en línea con el gusto asiático. Todas las versiones llevan de serie tracción total, suspensión neumática y climatizador de cuatro zonas independientes. Estará a la venta en octubre con dos distancias entre ejes (carrocería normal de 5,6 metros y larga de 5,18), dos tipos de asientos traseros (de dos y de tres plazas, las primeras regulables electrónicamente) y cuatro motores diferentes.
El más demandado en Europa será el turbodiésel V6 TDI de 240 CV y un consumo de sólo 8,5 litros a los 100 kilómetros, ya conocido por su brillante rendimiento en otros modelos del grupo. La oferta de motores de gasolina la forman el V6 de 280 CV, el V8 de 335 CV y el poderoso W12 de 450 CV.
Nuevo Amarok
La estrategia de crecimiento de Volkswagen también incluye un pick up que se fabrica en Argentina. El Amarok emplea un motor TDI de dos litros, uno con 122 CV y otro con 163 CV (éste, biturbo). No es tan silencioso como el de un turismo pero aun así es refinado. Está pensado para durar: chasis de largueros y una carrocería montada encima, con suspensión trasera de ballestas. A 1.500 rpm ya ofrece todo su empuje, y es posible elegir entre tracción trasera, total o total con reductora. Con depósito de 80 litros de capacidad, su autonomía puede superar, teóricamente, los 1.000 kilómetros. El interior transmite un sensación de calidad, el tacto de conducción es parecido a un turismo y estará a la venta en octubre.