Endesa vende por exigencia legal su red de transporte a REE por 1.412 millones
El Ministerio de Industria tiene preparado un informe que justificaría la continuidad de la central nuclear de Garoña más allá de 2013, año en que está decretado su cierre. Sería la moneda de cambio que utilizaría el Ejecutivo con el Partido Popular para lograr un pacto energético.
Tras un largo y tenso proceso de negociaciones, el consejo de administración de Endesa acordó ayer por la tarde la venta de su red de alta tensión al operador del sistema, Red Eléctrica, por 1.412 millones de euros. La plusvalía no se dio a conocer pero se presupone muy elevada, dada la antigüedad de la propiedad de estas líneas.
La operación no ha sido voluntaria, sino por imposición legal, y, de hecho, la eléctrica ha intentado a través de peticiones reiteradas a la Comisión Nacional de la Energía (CNE) salvar algunas de las redes, alegando que ejercían funciones de distribución, pese a ser de alta tensión (más de 220 kV).
Según la norma por la que se modificó en 2007 la Ley Eléctrica, las distribuidoras debían vender, antes de este mes de julio, sus redes e instalaciones de transporte a REE, ya que esta compañía tiene la consideración legal de transportista único del sistema.
Según el hecho relevante que remitieron ayer las partes a la CNMV, el acuerdo incluye la compraventa, con la retribución correspondiente, de los activos en funcionamiento y de los que se pongan en marcha este año.
La transmisión afecta, en su mayor parte, a las redes de transporte de energía eléctrica insulares (Canarias y Baleares) y el resto de activos de alta tensión de la península.
Del precio total, el de los activos en funcionamiento asciende a 1.270 millones de euros, y el de los que están en fase de construcción a 142 millones. La operación está condicionada a las autorizaciones administrativas correspondientes.
Endesa ya vendió sus instalaciones de transporte en Cataluña a REE. En este caso, el gestor de las redes denunció el deterioro de las mismas, tras el grave apagón que sufrió Barcelona en el verano de 2007.