El pequeño comercio, al borde de la escisión
El de hoy será un estreno de rebajas deslucido para el pequeño comercio. Y no por la habitual pelea de descuentos. Habituados a hacer mucho menos ruido que su hermana mayor, la gran distribución, los pequeños comerciantes están en una agria polémica que puede poner patas arriba a la patronal del sector, la Confederación Española de Comercio (CEC).
Hace sólo una semana, más de la mitad de las patronales regionales que integran la CEC dieron el toque de queda ante el acuerdo (o preacuerdo, dependiendo de quien lo valore) alcanzado por los máximos directivos de la organización (su presidente, Pere Llorens, y su secretario general, Miguel Ángel Fraile) que sentaba las bases del nuevo marco laboral del sector. En él quedan determinadas, por ejemplo, las diferentes categorías laborales del comercio, así como las faltas o sanciones en las que pueden incurrir los trabajadores. Pero parece que todo ha quedado en papel mojado. Las organizaciones críticas, entre las que están las confederaciones de comercio especializado de Madrid, Andalucía, Castilla y León o Valencia ponen en entredicho el acuerdo laboral al no haber sido ratificado por la junta directiva de la CEC. Sin olvidar, las dudas que genera el texto que, en su opinión, supone una excesiva categorización del empleo y amplía el papel de los sindicatos a la hora de formar a los trabajadores del comercio.
Pero, a día de hoy, parece que no hay nada en firme. "Está aparcado", asegura el secretario general de la CEC. La dirección se desmarca así de las críticas y achaca a los sindicatos la responsabilidad de que el acuerdo laboral (para ellos preacuerdo) viese la luz sin pasar por el máximo órgano de dirección de la patronal. Es decir, se llegó a una posición consensuada con UGT y CC OO, pero éstos aceleraron en exceso los trámites. "Se han pasado de frenada", afirma Fraile. Por ello, aseguran que la dirección de la CEC ha impugnado el acuerdo ante Trabajo, al considerar que los sindicatos se han saltado el orden establecido.
Sin embargo, tanto los sindicatos como el sector crítico reiteran que el acuerdo existe y que, pese a la petición de la dirección de la CEC de que no se registre en Trabajo, éste tiene todas las firmas necesarias para entrar en vigor. Las críticas van más allá. Hilario Alfaro, presidente de la Asociación Empresarial del Comercio Textil y Complementos (Acotex) adelanta que esta asociación ha pedido el amparo de la Comisión de Asuntos Laborales de la CEOE. Además, ha realizado un requerimiento notarial para conocer la liquidación de cuentas y justificantes de 2009, así como los extractos bancarios de la CEC y las facturas del XV encuentro Nacional de Comercio celebrado el año pasado en Madrid y el informe de los auditores de cuentas de la organización. En definitiva, dudan de la gestión de Pere Llorens. Aseguran que su mandato en la presidencia terminó el 15 de junio, pero no ha convocado elecciones y ha suspendido la asamblea de la CEC prevista para el pasado miércoles. Sin embargo, el secretario general de la patronal asegura que la dirección de la CEC ha actuado correctamente y habrá que "depurar responsabilidades" por el conflicto que amenaza con desmontar la patronal. "Esta disputa tendrá consecuencias", apunta Fraile.
La tercera pata de este banco son los sindicatos. El secretario de Acción Sindical de la Federación de Comercio y Hostelería de CC OO, Toni García, afirma que "el acuerdo laboral está firmado y registrado", si bien la dirección de la CEC trata de impedir que se publique en el BOE, lo que ocurrirá previsiblemente antes de agosto. En su opinión, "si no pasó por la junta directiva, tenían que haber firmado un preacuerdo pendiente de ratificación". Ante esta situación, o la CEC acerca posturas o su escisión parece la opción más viable.