Medidas anticrisis
Finalmente, al unísono, Gobierno y sociedad han asumido que estamos en una situación económica realmente muy complicada. Durante estos largos dos años se han regulado una serie de medidas que pretenden solucionar los males de la economía española, inmersa en la realidad global y sobre todo en la de la UE.
Ciertamente, todavía falta objetividad para atacar los grandes cánceres globales y locales: la realidad financiera con problemas endogámicos estructurales. La realidad empresarial, con una evidente falta de competitividad, y la realidad de falta de gestión responsable y controlada de los recursos del Estado haciendo agua en las 17 autonomías. Lo cierto es que España necesita replantearse todo su modelo productivo, pero sin abandonar a su suerte las bases que han conformado su PIB. Creo que es importante poner foco en diversas áreas que son claves para mantener un equilibrio entre un nivel de cambio necesario y un nivel de mantenimiento:
l Por un lado, la reforma del sistema financiero. Es una condición sine qua non de la UE, del FMI y del Ecofin. Es crítica la necesidad de que fluya el crédito, favoreciendo nuestra capacidad de emprender y de generación de empleo.
l Vivienda, construcción y obra pública: ésta es una de las claves de la realidad española que hasta ahora ha movido el 30% de la actividad económica. Habrá que dar otro giro más real y lógico a este sector.
l Turismo: es un sector prioritario donde hay que aplicar nuevos programas de promoción y de excelencia en los servicios.
l A nivel de comercio, es necesario incrementar la competitividad en bienes y servicios, así como incentivar la internacionalización de nuestras empresas.
l Inversiones a largo plazo en excelencia tecnológica con muchos más recursos en educación y en I+D. Es importante que las empresas se replanteen muchos de sus modelos de negocio, exigiendo en muchos casos un cambio de paradigma en nuestra forma de gestionar.
l Finalmente, creo que es importante la racionalización y control del gasto, sin lastrar las partidas que son verdaderos motores de creación de riqueza y empleo.
En cualquier proceso de cambio que abordemos es interesante no sólo centrarnos en áreas a remediar sino también centrarnos en aquellos aspectos que es relevante mantener y/o mejorar: un equilibrio necesario entre cambios puramente remediativos (a corto plazo) y cambios más generativos a largo plazo que supongan la adopción y el aprendizaje de nuevos modelos mentales para abordar nuestra realidad económica, política y empresarial.
Jorge Salinas. Fundador de Atesora