Liquidez, objetivo único del BCE
El Banco Central Europeo (BCE) no pudo esterilizar ayer los 55.000 millones de euros que tenía previsto retirar del sistema tras las últimas compras de títulos de deuda pública, y sólo logró rescatar 32.000 millones de euros. El episodio fue interpretado por los mercados financieros como una necesidad más apremiante de lo previsto de liquidez por parte de los bancos, que tienen que hacer frente mañana a la devolución al instituto emisor de 442.000 millones tomados hace un año al 1%. El propio presidente del Banco de Francia, Christian Noyer, salió al paso de la preocupación para advertir que el BCE hará todo lo posible para que todas las entidades tengan la liquidez que precisen. Pero los mercados, en un movimiento preventivo, castigaron los precios de los bancos, a la espera de qué cantidades se requieran en la subasta a tres meses de hoy y cómo reaccionan los tipos de interés.
El BCE no logra disipar las dudas sobre la liquidez del sistema, como no ha logrado evaporar las suspicacias sobre la solvencia de las entidades. Además de publicar las pruebas de esfuerzo tiene que mantener la ventanilla abierta, recomprar deuda y dejar en segundo plano la inflación. La liquidez paralizada no tensiona ni el crédito ni los precios, y los recortes de gasto público, tampoco. Por tanto, objetivo único: garantía de liquidez.