PT quiere terminar la pugna con Telefónica por Vivo en la asamblea de mañana
Portugal Telecom (PT) aspira a que la pugna con Teléfonica por la brasileña Vivo concluya este miércoles cuando los accionistas de la empresa lusa decidan si aceptan la oferta de 6.500 millones de euros hecha por la empresa española.
Sin embargo el resultado y las consecuencias de esa asamblea son por ahora inciertas, sobre todo por la posibilidad de que un decisivo 10% de acciones de PT imputadas a Teléfonica puede ser privado de voto.
El presidente de Portugal Telecom (PT), Zeinal Bava, se comprometió hoy a respetar la decisión de los accionistas e instó a la empresa española a hacer lo mismo.
Pero los analistas del mercado luso apuntan a que la pugna puede continuar, sobre todo si la oferta de Telefónica se ve perjudicada porque esas acciones no puedan votar.
Aunque PT no ha revelado los accionistas confirmados para la asamblea, extraoficialmente se supo que se espera un récord de afluencia, calculada ya en cerca del 80% del capital.
A la venta de Vivo a Teléfonica se opone el llamado "núcleo duro" de accionistas portugueses de la compañía, que controlan una cuarta parte de sus títulos y encabezan dos bancos -uno de ellos estatal- junto a un grupo de comunicación.
Los que pueden inclinar la balanza a uno u otro lado son los accionistas internacionales, entre ellos varios fondos de inversión que no han hecho comentarios públicos sobre sus intenciones de voto.
La empresa española ha subrayado que considera muy atractiva para los accionistas su oferta por el 30% del capital de Vivo que tiene PT a través de Brasilcel, la sociedad constituida con Teléfonica y que controla en total el 60% de la empresa brasileña de móviles.
La operadora española hizo en mayo una primera oferta de 5.700 millones de euros para hacerse con el 100 por 100 de Brasilcel y la aumentó el pasado 1 de junio hasta los actuales 6.500 millones.
El consejo de administración de PT rechazó ambas ofertas aunque ante la segunda optó por convocar la asamblea de accionistas de este miércoles para que se pronuncien sobre la operación.
En los dos últimos meses Vivo ha agriado las relaciones entre la empresa española y la portuguesa, que no eran buenas desde que Telefónica apoyó, hace dos años, una opa hostil contra PT.
El presidente de Portugal Telecom, Zeinal Bava, y algunos de los principales accionistas lusos e incluso el primer ministro, José Sócrates, se han pronunciado contra la venta de Vivo, que consideran estratégica para PT.
El Gobierno portugués no ha revelado si hará uso de su poder de veto en PT, en la que mantiene acciones con derechos especiales mal vistas por Bruselas, pero Sócrates anunció que el banco estatal Caixa Geral -con el 7,3%- votará contra la venta.
La expectativa de que Portugal Telecom reciba por Vivo el mayor ingreso de su historia, había impulsado en los dos últimos meses el valor de la compañía en la bolsa lusa cerca de un 50%, pero en los últimas días sus títulos no paran de bajar.
Respecto al pico de 9,12 euros por título que registró su acción el 2 de junio -un día después de la segunda oferta de Telefónica- hoy cotizó a 8,26, con otro descenso cercano al uno por ciento.
Aún así PT mantiene su valor muy por encima de los 6,48 euros registrados el 7 de mayo, antes de que se divulgara la primera oferta por Vivo.
Hasta ahora las acciones no habían dejado de subir pese a los varios jarros de agua fría que el consejo de administración echó sobre la oferta de Telefónica.
Además de rechazar las dos propuestas y defender que Vivo vale más para Telefónica, los directivos de PT desestimaron su petición de pagar un dividendo extraordinario si se cierra la operación y advirtieron de que el dinero puede destinarse a inversiones u otras operaciones.
El último revés que recibió la empresa española fue el lunes, cuando el regulador bursátil luso consideró que los contratos para alienar sus acciones de PT aconsejan imputarle los derechos de voto.
Telefónica se deshizo el pasado día 23 de un 8% de PT, con lo que pasó a tener sólo el 2,02% e impedía que el grueso de sus títulos fueran excluidos de la votación de este miércoles por conflicto de intereses.
Pero la decisión del regulador considera que no se ha producido una venta efectiva de las acciones, ahora en poder del banco suizo UBS (5,84%) y la gestora estadounidense TPG-Axon Capital (4,24%).
Además de estas sociedades y la estatal Caixa Geral, son accionistas de referencia de PT el Banco luso Espírito Santo (7,99%) y Ongoing (6,74), que controla varios medios portugueses, así como el fondo norteamericano Brandes Investment Partners (7,89%) y el grupo británico Barclays (2%).