El IVA sube el jueves con la amenaza de recortar el consumo y extender el fraude
El Gobierno prevé que el tipo del 18% eleve en 0,4 puntos la inflación y permita recaudar 5.150 millones en los próximos 12 meses
Se le echará de menos. Quince años después, el ya tradicional IVA del 16% desaparecerá de facturas y recibos y en su lugar surgirá a partir del jueves el nuevo tipo del 18%, el nivel más alto desde que se introdujo el impuesto indirecto por excelencia en 1986. Y el gravamen reducido del 7% -que se aplica a la compraventa de vivienda nueva o en bares y restaurantes- pasará al 8%.
Se trata de una medida arriesgada que puede retrasar la recuperación económica. La Comisión Europea, así como Funcas, prevén una recaída del PIB en el tercer trimestre, ya que el incremento del IVA agravará la atonía del consumo. De hecho, el ex ministro de Economía, Pedro Solbes, siempre se mostró contrario a esta medida precisamente por el temor a que afectara al gasto de las familias. Y el equipo económico del Gobierno mantuvo el mismo discurso hasta que se impuso la necesidad de reconducir un déficit público que alcanzó en 2009 el nivel nunca visto del 11,2% del PIB.
Sin embargo, elevar impuestos siempre implica una gran incertidumbre y más si se realiza en un momento de crisis. Los más viejos en Hacienda aún recuerdan como en agosto de 1992 el entonces ministro Carlos Solchaga elevó del 13% al 15% del tipo general del IVA, provocando un descenso histórico de la demanda y una disminución de la recaudación.
Ningún Ejecutivo ha optado aún por bajar el tributo desde que se introdujo en 1986
El Gobierno confía en que eso no se repita y prevé que el aumento del IVA reportará unos ingresos adicionales de 5.150 millones en los primeros doce meses. Sin embargo, antes incluso de que se haga efectivo el incremento, ya ha habido consecuencias. Los consumidores han adelantado sus decisiones de compra para evitar aplicar los nuevos gravámenes del 18% y del 8%. Ello se ha notado especialmente en los productos más caros, como la vivienda o los automóviles. De hecho, la recaudación por IVA hasta mayo sufrió un incremento del 30%, un nivel que no se veía desde antes de la crisis.
Aun así, este efecto tiene los días contados y habrá que ver cómo evoluciona la recaudación y el consumo después del incremento del próximo jueves. En ese momento, y siempre que los empresarios opten por trasladar a precios el aumento fiscal, se encarecerá la cesta de la compra. Se salvarán los bienes que aplican el llamado IVA superreducido, que se mantiene en el 4%. Productos como el pan, la leche, los huevos, los libros, los periódicos, el material escolar, la vivienda de protección oficial, los medicamentos, las verduras, y las hortalizas no notarán el incremento fiscal.
Los alimentos elaborados, las viviendas nuevas, los servicios en restaurantes y bares, en cambio, pasarán de pagar un IVA del 7% al 8%. Y bienes como la ropa, el tabaco, el alcohol, o los automóviles tributarán al 18%. El Gobierno prevé que el incremento del IVA explique 0,4 puntos de la inflación prevista para este año que, en cualquier caso, se situará por debajo del 2% que fija como deseable el Banco Central Europeo (BCE). Bajo la hipótesis de que en 2010 se siguiera el mismo patrón de consumo que en 2009, el incremento del IVA costará a cada hogar 135 euros sólo este año. Sin embargo, es difícil saber cómo reaccionarán los consumidores.
Por otro lado, la Organización de Inspectores de Hacienda teme que el aumento impositivo eleve el fraude fiscal ligado al IVA. Aseguran que ello ya sucedió en 1992 cuando la subida del IVA no se tradujo en un incremento de la recaudación.
Por otro lado, fuentes del Ministerio de Economía y Hacienda advierten que la subida no es una medida coyuntural y que se mantendrá en el tiempo.
Es decir, que nadie espere que cuando amaine la crisis económica el tipo retorne al 16%. La experiencia demuestra que subir el IVA es relativamente fácil, sin embargo, parece imposible bajarlo. De hecho, desde que se instauró en España en 1986, con un tipo del 12%, ningún Gobierno se ha atrevido a recortar el gravamen.
Vivienda. Prisa por cerrar la compra antes del 1 de julio
Bancos y notarías no tenían tanto trabajo desde los años del boom inmobiliario. Los consumidores que se compran una vivienda nueva tienen prisa por firmar la escritura antes del jueves, cuando el IVA que grava las casas nuevas subirá del 7% al 8%. El tema no es baladí, entre comprar un piso de 300.000 euros el miércoles o el jueves hay una diferencia de 3.000 euros. De hecho, los últimos datos del INE muestran que las ventas de viviendas han aumentado un 20%. Sin embargo, este porcentaje incluye las casas de segunda mano, que no tributan por IVA. En su lugar rige el impuesto de transmisiones patrimoniales, que recaudan las comunidades autónomas. Cataluña, Andalucía, Asturias, Cantabria, Baleares y Extremadura ya han subido o anunciado que elevarán dicho tributo como mínimo al 8%. Extremadura aplicará un gravamen del 10% para viviendas de más de 600.000 euros.
Coches. Más impuestos y sin las ayudas del Plan 2000E
El sector del automóvil ya sufre por los efectos que tendrá la subida del IVA. Según el presidente de la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, Juan Antonio Sánchez Torres, el precio de los coches se encarecerá de media 450 euros.Y, si ello no fuera bastante, al incremento del IVA se debe añadir el fin del Plan 2000E, que subvenciona con 2.000 euros la compra de coche. Esto significa que entre adquirir un automóvil ahora o dentro de unas semanas habrá una diferencia de 2.500 euros.Además, algunas comunidades como Cataluña o Andalucía ya han anunciado que elevarán del 14,75% al 16% el impuesto de matriculación para los vehículos más contaminantes, que son aquellos que emiten más de 200 gramos de CO2 por kilómetro. Estas diferencias pueden llevar a los consumidores a matricular su vehículo en las regiones donde se apliquen tipos más bajos.
Bares y restaurantes. ¿La última copa? Mejor en casa
La sagrada cervecita de después del trabajo también sufrirá el incremento del IVA. Por una caña que cueste 1,5 euros, se pagan 10 céntimos en IVA. A partir del jueves, la cifra subirá a doce céntimos. Aun así, habrá que esperar cómo reaccionan los hoteleros y propietarios de bares. Pueden optar por el redondeo o, ante la situación de crisis, no elevar el precio. Ello significa que es el empresario quien asume el coste de la subida del IVA.Aun así, en España los servicios de bares y restaurantes aplican el llamado IVA reducido, cuyo tipo subirá del 7% al 8% el próximo jueves. Hasta ahora, por un menú de diez euros se pagaban setenta céntimos de IVA, cifra que subirá diez céntimos hasta alcanzar los ochenta a partir de julio. Sin embargo, resulta improbable que los restaurantes vendan ahora el menú del día a 10,10 euros.
Alimentos. Los productos frescos, ajenos al incremento
Cuando el Gobierno anunció que subiría el IVA en septiembre de 2009, el portavoz del PSOE en el Congreso, José Antonio Alonso, argumentó que el aumento sólo afectaría a los ricos, ya que los productos de primera necesidad seguirían tributando al 4%.Si bien es cierto que los alimentos frescos, como el pan y los huevos aplican el IVA superreducido -que no sufrirá modificación alguna-, otros productos vitales como el agua para el consumo humano sí notarán el aumento, ya que figuran en la lista de bienes que tributan al 7% y, por lo tanto, subirán al 8%. Por otra parte, los alimentos elaborados, las gafas y lentillas o los servicios de peluquería también se encarecerán a partir del jueves. Así, el aumento fiscal no sólo afectará a los bienes lujosos. De hecho, el llamado tipo incrementado del IVA, que gravaba al 28% los automóviles, las joyas y las embarcaciones se suprimió en agosto de 1992.