Los analistas creen que el acuerdo eleva las incertidumbres del sector
Las eléctricas se enfrentaron ayer a dos anuncios de Industria que provocaron fuertes caídas en Bolsa. Uno de efecto inmediato -la retirada de la subida de las tarifas de la luz- y otro de largo alcance -el rediseño del sector-. Para Unesa, la suspensión del alza del recibo tendrá repercusiones muy graves. Los analistas perciben que crecen las incertidumbres.
La paralización de la subida de las tarifas eléctricas que ya estaba en la pista de salida no es más que la punta del iceberg. El sorpresivo pacto de Estado alcanzado entre el Gobierno y el PP tiene objetivos de más calado: la profunda revisión del sistema eléctrico, no sólo desde el lado de los ingresos, como son las tarifas, sino también en la enrevesada red de costes.
Y como se intuye que va a ser un proceso complejo -por más que se pretenda que no sea excesivamente largo-, los mercados, que tan escasa carencia tienen por los interrogantes, han castigado a las empresas implicadas. Las más afectada han sido REE e Iberdrola, con caídas del 4,27% y 4,15%, seguidas de Endesa y Acciona, con descensos del 3,41% y 3,34%, respectivamente. Gas Natural ha sido la menos bajista, pero se ha dejado un 2,18%. El castigo fue más moderado para Renovables, con un 2,25%, aunque antes de este anuncio acumulaba cuatro sesiones en positivo.
En opinión de Natalia Aguirre, directora de análisis de Renta 4, las compañías se ven penalizadas por la incertidumbre regulatoria que ahora se abre, así como la inevitable pérdida de visibilidad. Dudas que abarcan desde la remuneración de los activos hasta el previsible aumento del déficit tarifario o el volumen de las inversiones. Pero añade que el factor más negativo es la idea de que se pueda rozar la inseguridad jurídica, aspecto muy rechazado por los inversores institucionales extranjeros.
Y en la oficiosa reacción de las compañías lo que más se refleja es la inquietud ante las dudas sobre cómo se va articular el sector y cómo les puede afectar a sus ingresos y resultados futuros. Quien sí se pronunció ayer fue la patronal Unesa para calificar de "muy grave" la decisión de suspender las subidas tarifarias.
Por si fuera poco, como se pretende que la revisión del sector sea muy profunda, todo se ha puesto sobre la mesa: desde el funcionamiento del pool (mercado de generación) y la remuneración a la distribución y a las primas para las energías renovables, pese a que estaban ya a punto de alcanzar un acuerdo. También el apoyo al carbón nacional, la financiación del tratamiento de los residuos nucleares o el alargamiento de la vida de esas centrales, aunque parece que la de Santa María de Garoña es ya un hecho.
Pero ¿cuál sería la empresa más afectada? Los expertos están a la expectativa y creen que en esta fase tan inicial es difícil llegar a una conclusión razonada. Como lo que está en revisión es el conjunto del funcionamiento del sistema, los efectos serán generales, y también es previsible que a largo plazo se reduzcan las distorsiones actuales.
Mientras, Victoria Torre, responsable de análisis de SelfBank, manifiesta que de momento todas verán como se amplia el déficit tarifario -se está hablando de más de 20.000 millones de euros- en la medida que no les remunera por todos los costes en los que incurren. "Es una buena noticia para los consumidores, pero de momento mala para las eléctricas", concluye.
Preocupación por el aumento del déficit tarifario
La desunión del sector eléctrico se ha visto escenificada en los últimos meses en diversos ámbitos, mostrando sin ambigüedades los diferentes y, a menudo, contrapuestos intereses de las compañías. El presidente de Endesa, Borja Prado, calificó esta semana de "lujo inabordable" las subvenciones a las renovables, a las que ve como causa del encarecimiento de la factura eléctrica. También los principales directivos de Gas Natural han reiterado en diversas ocasiones que el alza de las primas a las energías verdes era inviable a la larga. Incluso Ignacio Galán, presidente de Iberdrola, ha defendido el apoyo a la energía eólica frente a lo que considera la fuerte distorsión que suponen la fotovoltaica y solar térmica solar. Lo mismo ocurre con el respaldo al carbón nacional o las remuneraciones a las nucleares o las hidráulicas, en algún momento cuestionadas. Pero en lo que están más próximos es en la necesidad de avanzar en la eliminación del déficit tarifario, y el acuerdo anunciado ayer no parece que de momento avance en esa dirección. Esto se produce además cuando la titulización de 10.000 millones del déficit acumulado en años anteriores, pese a que tiene despejado el camino legal, se enfrenta a las dificultades que afectan a la deuda emitida por el Tesoro. Es decir, en principio hay demanda, pero con unos precios que podrían rondar el 5%.