Ordóñez contradice a la UE y rechaza imponer un impuesto a la banca
Es mejor gastar dinero en evitar accidentes que en pagar a las víctimas. æpermil;sta es la tesis que ayer defendió en el Congreso el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, a contracorriente de las líneas marcadas en el último Consejo Europeo de imponer un impuesto a la banca. Así, se alineó con el rechazo que entre los bancos nacionales ha suscitado esta polémica iniciativa comunitaria.
Es lógico que a los bancos que han originado un problema les cueste algo solucionarlo, pero no mediante un impuesto, defendió el gobernador. A su juicio, sería más razonable que se les impusiera determinadas exigencias de capital para garantizar la liquidez, antes que hacer frente a un impuesto, en contra de las decisiones promovidas en el último Consejo Europeo. La tesis es sencilla y Miguel Ángel Fernández Ordóñez hizo un símil con un accidente nuclear: hay que decidir entre establecer un impuesto para indemnizar a las víctimas o poner dinero para evitar el accidente. "Yo creo que es mejor lo segundo, sin duda", advirtió.
La opinión del gobernador coincide con las de AEB y CECA y se suma a la que expresó el lunes el ex ministro socialista de Economía Miguel Boyer, que considera que las entidades repercutirán la tasa sobre sus clientes. Pero choca con la del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que ayer adelantó que el nuevo impuesto "tendrá un cierto parecido" al Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) español, que actúa "en función del pasivo de las entidades". Los detalles se conocerán en octubre.
El gobernador del Banco de España fue ayer muy preciso al describir las ayudas públicas concedidas en España a la banca. Estimó que las cajas recibirán del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) 10.200 millones de euros, pero deberán devolver este dinero en cinco años a un interés del 7,7%.
Esta cantidad, abundó Fernández Ordóñez, es muy reducida si se compara con las aportadas por los contribuyentes de otros países. En este sentido, recordó que desde enero de 2008 los bancos y cajas españoles han utilizado cerca de 18.200 millones de provisiones, aliviando así el impacto de la crisis sobre sus cuentas de resultados.
El Banco de España ha autorizado ayudas del FROB para la fusión de las cajas Catalunya-Tarragona-Manresa (1.250 millones); Sabadell-Terrassa-Manlleu (380 millones) y Caja España-Caja Duero (525 millones). También ha aprobado algunas fusiones que no han pedido ayudas, como la de Navarra-General de Canarias-Municipal de Burgos, junto a la de Unicaja-Jaén. En fase de autorización hay cuatro con ayudas del FROB y tres sin ayudas del FROB. Las primeras afectan a Cajastur, CAM, Cantabria y Extremadura (1.400 millones); a Caixanova Banco Gallego y Galicia (1.100 millones); a Caja Madrid, Bancaja, Banco Valencia, Laietana, Insular de Canarias, Ávila y Segovia (más de 4.000 millones) y a las de Murcia, Penedès, Sa Nostra y Granada (1.000 millones). En fase de autorización hay tres sin ayudas, que son la de Caixa Girona y La Caixa, la de Cajasol con Guadalajara y la de CAI, Cajacírculo y Badajoz, anunciada el lunes.
La reforma ha ido lenta porque no podía nacionalizar las cajas
El gobernador del Banco de España admitió ayer que la reestructuración del sistema financiero ha sido lenta, pero culpó de ello al Parlamento. "Este Parlamento se podría haber planteado, como en otros países, nacionalizar, vender y privatizar las cajas de ahorro, por ejemplo. Pero ha elegido mantener las cajas y que los procesos sean voluntarios", señaló Fernández Ordóñez.En su opinión, esa voluntariedad tiene sus ventajas y es, además, la única vía que podía aplicar el Banco de España. "Yo no podía nacionalizar las cajas rápidamente. No hubiera tenido sentido, ni hubiéramos tenido ninguna apoyatura jurídica", advirtió.A juicio del gobernador, las fusiones hechas voluntariamente "tienen muchas más posibilidades de supervivencia y de seriedad que las impuestas". El gobernador defendió también las fusiones frías. Considera que los sistemas institucionales de protección (SIP) serán irreversibles. "Lo veremos dentro de 10 años", dijo.
Respaldo a la liquidez del BCE, pero no de forma indefinida
Diversos grupos políticos se interesaron ayer por el papel que está jugando en los últimos meses el Banco Central Europeo (BCE) como financiador de las entidades financieras regionales en una situación de sequía en los mercados. "El BCE está haciendo lo que tiene que hacer", defendió ayer Miguel Ángel Fernández Ordóñez en el Congreso, al referirse a las vías de financiación abiertas por Jean-Claude Trichet para facilitar la liquidez.No obstante, el gobernador precisó que este papel protagonista del BCE no puede mantenerlo de forma indefinida. "Esto no tiene sentido. Lo que tenemos que buscar es que los mercados funcionen, porque si los mercados funcionan nuestros bancos no irán al BCE, como ha pasado a lo largo de todos los años de la Unión Monetaria", señaló el gobernador. Pero, de momento, el BCE "actúa como debe actuar, que es suministrando no ya financiación sino liquidez suficiente", estimó Fernández Ordóñez.