EE UU advierte al G20 del riesgo de reducir los déficit demasiado rápido
EE UU alertó hoy a sus socios del G20 del riesgo de recortar los déficit de forma demasiado rápida e insistió en que la recuperación económica debe estar por delante de los recortes presupuestarios.
"Debemos de demostrar un compromiso con la reducción del déficit a largo plazo pero no a costa del crecimiento a corto plazo", señalaron hoy en una carta publicada en el diario The Wall Street Journal el secretario del Tesoro, Timothy Geithner y el asesor económico de la Casa Blanca Lawrence Summers.
La misiva coincide con la publicada también hoy por el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, y el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, en la que, a diferencia de sus colegas en Washington, abogan por la austeridad fiscal.
Barroso y Rompuy insisten en su carta en la necesidad de una "sustancial consolidación" fiscal que, dicen, debería de empezar como muy tarde en 2011 y que debería de ir acompañada de reformas estructurales para impulsar el crecimiento.
Ambos líderes reconocen, de todos modos, que la receta no puede ser igual para todos, e insisten en que la cumbre del G20 que se celebrará este fin de semana en Toronto (Canadá) "debería acordar una estrategia de salida coordinada y diferenciada para asegurar unas finanzas públicas sostenibles".
Las diferencias transatlánticas en torno a los estímulos económicos prometen convertirse en uno de los temas centrales de la reunión del G20.
Los países europeos han dejado claro en los últimos días que el camino a seguir es el de la austeridad fiscal.
En ese sentido, Gran Bretaña dio a conocer ayer las mayores reducciones presupuestarias en una generación, que implicarán recortes públicos de miles de millones de dólares, así como el aumento de impuestos.
La canciller alemana, Angela Merkel, afirmó, por su parte, que durante su conversación el lunes con Obama, le transmitió "lo importante que es la consolidación presupuestaria".
Agregó que no cree que el programa de ahorro anunciado recientemente por Alemania por valor de 98.000 millones de dólares entre 2011 y 2014 vaya a ralentizar la economía global.
Pero Washington sigue defendiendo políticas que cree ayudarían a reequilibrar la economía global y evitar la excesiva dependencia en los consumidores estadounidenses.
"Debemos asegurar que la demanda global es fuerte y equilibrada. Aunque EE UU fue la principal fuente de demanda para el crecimiento económico mundial antes de la crisis, la demanda global debe apoyarse en muchos pilares a partir de ahora", dijeron Geithner y Summers en su carta.
Ambos señalaron además que los países en desarrollo podrían impulsar la estabilidad global al introducir medidas para impulsar el crecimiento, reducir la dependencia de las exportaciones y adoptar tipos de cambio flexibles.
Summers y Geithner celebraron, en ese sentido, la decisión de China de flexibilizar su tipo de cambio.