Lección Audi: para ganar, primero hay que terminar
Los Audi R15 TDI se impusieron a los Peugeot 908 HDi, a pesar de que los galos se mostraron más rápidos mientras permanecieron en pista
Las 24 Horas de Le Mans es la única carrera que vale tanto como un campeonato. El año pasado Luca di Montezemolo, presidente de Ferrari, viajó a Le Mans a dar la salida y se quedó fascinado por el ambiente reinante. Además el italiano había estado poco antes en el desangelado Gran Premio de Turquía de F1, donde se vendieron poco más de 10.000 entradas. Este año a Le Mans han acudido 238.150 espectadores. Unos 50.000 británicos se acomodaron el fin de semana de los pasados 13 y 14 de junio en hoteles cercanos o en tiendas de campaña. En los últimos años también abundan los daneses, atraídos por el éxito de Tom Kristensen (es el piloto más laureado de la prueba con ocho victorias).
A veces los visitantes se agrupan en áreas por marcas (Club BMW, Club Porsche, etc.), y es muy frecuente ver deportivos de más 100.000 euros en estos cámpings. Por supuesto los aficionados emplean gran parte del tiempo bebiendo cerveza y haciendo barbacoas. Durante el fin de semana hay numerosas actividades programadas.
El viernes ya están las terrazas de los pueblos cercanos llenos de gente, y hay Porsche 911 aparcados por todas partes. Los escasos españoles que llevan muchos años asistiendo coinciden en que "esto es más una romería que una carrera". El viernes por la tarde se celebró la Drivers Parade (desfile de los pilotos) por la localidad de Le Mans. Los tres pilotos de cada uno de los 55 coches participantes desfilaron subidos en la parte trasera de automóviles antiguos descapotables. Para celebrar la vuelta de Jaguar y Ford, también rodaron coches míticos como los Jaguar D Type o los Ford GT40.
Casi 240.000 personas acudieron al circuito de Le Sarthe
La primera edición de las 24 Horas se corrió en 1923, y desde entonces sólo se ha suspendido en 1936, por unas huelgas en Francia, y entre 1940 y 1948 a causa de la II Guerra Mundial.
Cuatro clases de coches
Actualmente en esta prueba compiten bólidos de cuatro categorías diferentes en función de sus características técnicas: LMP1, LMP2, LM GT1 y LM GT2. Los dos primeros son los más rápidos y se denominan prototipos (coches creados exclusivamente para competición), mientras que los dos segundos derivan de deportivos de calle. En la clase LMP1 compiten los Peugeot 908 HDi, los Audi R15 TDI o los Aston Martin B09/60. Los LMP2 son los Lola Judd, Pescarolo Judd o Zytek 07S. A la categoría GT1 pertenecen los Aston Martin DBR9, Ford GT, Corvette C6.R o Lamborghini Murciélago. Encuadrados en GT2 están los Porsche 911 GT3 RSR, Ferrari 430 GT, BMW M3, Aston Martin Vantage o Corvette C6 ZRI.
La salida es lanzada, y como es fácil imaginar, seguir una carrera tan larga es difícil para los aficionados. Hay cientos de adelantamientos y paradas en boxes para repostar o cambiar ruedas y pilotos. Por eso desde 2007 los coches llevan un ingenioso sistema con tres luces en los laterales para indicar su posición en la prueba. En función de su categoría las llevan rojas, azules, verdes o amarillas. Así, el LMP1 que marcha en primer lugar llevará una luz roja encendida. Si fuera un LM GT1 que va en tercer lugar entre los de su clase, brillarían en su costado tres luces verdes.
Tras la salida a las tres de la tarde del sábado 12, en las primeras horas los Peugeot dominaron y parecía que los galos se llevarían de nuevo el gato al agua. El piloto español Marc Gené comentó antes de la carrera que sus tiempos eran mejores que los del año pasado a pesar del lastre adicional, y creía que esta evolución se debía sobre todo a la mejora de los Michelin.
Durante la noche los aficionados pudieron elegir entre asistir a conciertos, acercarse a los bares del pueblo o desplazarse a los puntos más espectaculares del trazado. Uno de ellos es la chicane PlayStation, en medio de la recta de Hunaidières. Antes de que por razones de seguridad se colocara esta chicane, se superaban los 400 km/h. Ahora los coches alcanzan sólo 320 km/h. En ella se puede ver a los bólidos a escasos metros acercarse a toda velocidad, clavar los frenos (los discos se ven al rojo vivo), trazar la curva y seguir su camino acelerando a fondo. Este tramo es carretera abierta el resto del año (el circuito mide 4.185 metros y para las 24 Horas se amplía hasta los 13.629 metros). Desde las cámaras interiores es impresionante ver la velocidad a la que conducen durante la noche. Los LMP1 pesan 900 kilos y desarrollan hasta 700 CV de potencia. En un Lola Judd de esta categoría compitió lord Paul Drayson, ex ministro de Defensa británico.
Por la mañana el panorama había cambiado por completo, y eran los Audi quienes dominaban la carrera tras el abandono de dos Peugeot oficiales. A las tres de la tarde, tres Audi R15 TDI entraban victoriosos. El ganador fue el coche pilotado por Rockefeller, Dumas y Berhard, que realizó 397 vueltas a una media de 225,2 km/h. Sólo 27 de los 55 automóviles que tomaron la salida llegaron a la meta.
Audi comenzó su racha de victorias en 2000, y en 2006 se impusieron por primera vez en la historia con un diésel, el R10 TDI. En 2007 Peugeot estrenó su 908 HDi y en 2009 consiguieron vencer a los Audi. Marc Gené se convirtió así en el primer español en ganar. En 2010 el primer coche de gasolina ha sido el Oreca 01 AIM, que acabó cuarto. En quinta posición, el HPD (Honda) de categoría LMP2, y la sexta posición la ocupó el Aston Martin oficial. Fue el bólido más admirado por los aficionados tanto por su línea clásica como, sobre todo, por el precioso sonido de su motor V12. En Le Mans se percibe un ambiente melancólico y romántico, donde muchos echan de menos los tiempos en que ganaban los Porsche o los Jaguar con motores de gasolina. Prueba de ello es que las camisetas más vendidas siguen siendo las de Gulf y Steve McQueen.
Pioneras. Cuatro jóvenes inscritas. Las mujeres se atreven con Le Mans
Cada vez más damas se atreven con la prueba más dura del año. En esta edición uno de los coches del equipo Matech fue conducido por tres jóvenes suizas con un amplia experiencia en competición: Natacha Gachnang, Cyndie Allemann y Rahel Frey. El coche con el que se inscribieron es un Ford GT de clase GT1 de 580 CV. Una de ellas, Natacha Gachnang, es prima de Sebastien Buemi (compañero de Jaime Alguersuari en la escudería Toro Rosso de F1) y ya corrió en Le Mans en 2009, cuando terminó tercero de su clase. Su abuelo compitió en 1960. El Ford del equipo femenino, con el dorsal 61, se retiró en la vuelta 51. No obstante la mujer más competitiva durante el fin de semana fue Vanina Ickx, hija del famoso piloto belga Jacky Ickx, bióloga y aficionada al esquí de salto. Compartió coche con los franceses Ragues y Mailleux. Compitieron al volante de un Aston Martin oficial de clase LMP1 hasta que un leve accidente de la joven les dejó fuera, poco antes de las 11 de la mañana del domingo.
Aniversario. La marca con más victorias. Porsche recordó su primer triunfo
En 2010 Audi ha igualado las victorias de Ferrari, con nueve triunfos. No obstante, aún están muy lejos de las 16 victorias absolutas logradas por Porsche. Para conmemorarlo, este año se realizó una exhibición con un mítico Porsche 917 LH decorado con los colores de Martini, un bólido que en su momento fue regalado por Porsche al museo donde se conservan las leyendas de la prueba. El Porsche fue conducido por el piloto francés Gérard Larrousse. Además, el sábado por la mañana se celebró una carrera de la Porsche Cup. En la edición 2010 no había modelos Porsche compitiendo en las tres primeras categorías, pero un 911 GT3 RSR del equipo Felbermayr venció en la clase GT2. Esta victoria es la número 98 para Porsche en Le Mans, si se suman los triunfos logrados en cada una de las categorías a lo largo de los años. Según fuentes de la marca, la clave estuvo en su fiabilidad, ya que los mecánicos apenas se limitaron a repostar el coche y a cambiar los neumáticos.
Fracaso. Los Mansell defraudaron. Equipos formados por familias
En Le Mans compiten muchos pilotos con experiencia en F1. En el equipo Peugeot, ocho de sus nueve conductores tenían palmarés en este campo. También han acudido Jean Alesi o Fisichella con Ferrari en GT2. Este año despertó expectación Nigel Mansell, que a sus 56 años formó equipo junto a sus dos hijos con un Ginetta de LMP1. El inglés llevaba mucho tiempo en el dique seco, y al parecer se animó a debutar en Le Mans tras correr el año pasado una carrera de las Le Mans Series en Silverstone, y encontrar patrocinador (Beechdean). Pero las malas lenguas dicen que en los entrenamientos al campeón mundial de 1992 le pasaban hasta los GT2... Antes de 20 minutos de carrera el coche del inglés estaba en el césped, y corrían dos versiones: que se desvaneció y se salió, o que se salió y se desvaneció. Otras familias en liza fueron los Horst Felbermayr -padre (65) e hijo (39), con Porsche 911 RSR- o los hermanos Philippe y Stephane Salini (WR Zytek).
La decepción de Gené
El piloto español Marc Gené no pudo revalidar el título logrado el año pasado. En esta edición compartió coche con Alex Wurtz y Antony Davidson, y llegaron a ir en cabeza hasta que, durante la noche, una avería les obligó a parar en boxes y ceder cuatro vueltas. Finalmente, a dos horas del final y cuando iban segundos, una avería más seria les obligó a abandonar y a dejar el dominio a Audi.