Crédito congelado para España
Olvídese de los préstamos inmobiliarios fallidos. El principal problema al que se enfrentan los bancos españoles es una crisis de financiación. La mayoría están completamente excluidos de los mercados de deuda al por mayor, ya que los inversores evitan todos los emisores expuestos a las economías periféricas. Los depósitos están cayendo también, encogiéndose en 10.000 millones de euros en abril. No es de extrañar que los préstamos de los bancos españoles con el BCE aumentaran en 11.000 millones en mayo hasta 85.600 millones.
Según los estándares griegos, los bancos españoles gozan de buena salud. La financiación del BCE es de cerca del 3% de los activos, frente al 20% de los bancos griegos. Pero va aumentando. Para el sector cajas, la financiación del BCE podría aumentar del 3 al 10% de los activos en 2012, según Iberian Equities, en el peor de los escenarios de no poder refinanciar en mercados mayoristas. Los bancos españoles cotizados puramente domésticos también dependen de los mercados: los préstamos suponen entre el 150-170% de los depósitos.
No está claro por cuánto tiempo los bancos españoles podrán seguir apoyándose en el BCE. Algunos podrían agotar el colateral de instrumentos líquidos, y tendrían que utilizar otros créditos de menor calidad. A medida que la presión de liquidez aumenta, los bancos siguen reduciendo sus balances. Ello facilitará el problema de la financiación, a costa de la escasez de crédito. Si los préstamos comienzan a ser demandados o los depositantes huyen, algunos bancos podrían teóricamente fallar.
El Banco de España podría ayudar descongelando los mercados mediante la publicación de los resultados de los test de estrés de los bancos, que preocupa a la mayoría de los inversores. Pero el Gobierno español tiene que restablecer la confianza en sus finanzas también, ya que los ejercicios de estrés solo tienen sentido si el Gobierno quiere -y puede- recapitalizar a los bancos.
Neil Unmack y Fiona Maharg-Bravo