El tirón de las redes sociales
Desde su nacimiento en los sesenta hasta el año 2000 la industria TIC ha crecido a tasas de doble dígito. El mainframe, el PC, los ERP, el cliente-servidor e internet explicaron la gran demanda de productos y servicios TIC en ese periodo. Sin embargo, la década que acaba este año, ha sido la peor del sector en su historia, por una serie de factores: sobre inversión por los efectos euro y año 2000, crisis económica, estallido de la burbuja.com, creciente comoditización de los productos y servicios TIC, y el más relevante para el propósito de esta reflexión: la falta de una aplicación killer como las mencionadas arriba, que cree alta demanda sostenida durante años en los ámbitos empresarial e institucional.
No es evidente que las redes sociales vayan a ser esa nueva gran aplicación que la industria necesita, no obstante es la más sólida que tenemos ahora mismo y depende de todos nosotros, los profesionales de la demanda y de la oferta, que eso suceda.
Como siempre que llega un nuevo paradigma, aparecen opiniones encontradas sobre su virtualidad. Por un lado, los creadores de algunas de las aplicaciones más señeras, como Facebook y Twitter, creen casi utópicamente en los beneficios de las redes sociales: "Probablemente la mayor fuerza competitiva de nuestra generación", dice Mark Zuckerberg, CEO de Facebook; o "el gran negocio para la industria TIC junto con el cloud computing", asegura el CEO de Salesforce.com, Marc Benioff. Por otro lado, el mundo empresarial, el de las grandes organizaciones usuarias, es más escéptico, como ya ocurrió con la falta de interés por la hoja de cálculo e internet en sus comienzos. Así, duda de la capacidad de las redes sociales para generar beneficios económicos y teme que su uso por parte de los empleados disminuya la productividad laboral.
Las mayores ventajas y beneficios vienen más de la naturaleza social de internet que de la técnica. Esta es la raíz de todos los posibles beneficios, el que cualquier persona con una conexión a internet dispone gratuitamente de un conjunto sumamente poderoso de herramientas de comunicación y colaboración. Esto, junto con las externalidades de red de internet, hace que Facebook o Twitter cuenten con cientos de millones de usuarios. Hoy las redes sociales son la base para:
l Crear lugares de confianza donde las personas mantienen reuniones usando su identidad real.
l Crear nuevas formas para que las compañías se relacionen con sus clientes y con quienes influyen en ellos.
l Reducir los costes de fricción en el mercado laboral, permitiendo a empresas y empleados comunicarse más fácilmente que nunca.
l Acelerar el flujo de información dentro de las organizaciones.
Los problemas fundamentales para la aplicación a gran escala y para procesos operativos en el mundo empresarial son la fragilidad de las proposiciones de valor de las Redes Sociales y la desconfianza en la seguridad y privacidad de la información almacenada en las mismas.
Es cierto que aún no hay referencias solventes de grandes compañías que exhiban casos de éxito con resultados financieros asociados. Los ejemplos citados en la mayoría de los artículos y publicaciones son de compañías nacidas en internet, el caso de Zappos recientemente adquirido por Amazon, es el más referenciado. También hay casos de éxito principalmente en los sectores de marketing, publicidad y selección de personal.
La segunda cuestión, la seguridad y privacidad de la información, quizás sea el problema más serio cara a la implantación de las Redes Sociales en las grandes organizaciones. Noticias recientes como que la ministra alemana de consumo, Ilse Eigner, ha denunciado a Facebook por considerar que han cedido ilegalmente datos a terceros, no hacen sino aumentar la percepción generalizada de las Redes Sociales como algo que ofrece pocas garantías para el tratamiento de procesos y datos sensibles, personales y de negocio. La razón más extendida de los problemas de privacidad consiste en que todas las Redes Sociales están financiadas por anunciantes, que pagan por número de usuarios y el tráfico de información en las mismas, lo que conduce a que dichas redes traten de impedir que los usuarios abandonen la Red y a facilitar información, que suele considerarse como pública por defecto, para efectos comerciales.
La gran empresa española, integradas en Autelsi, ya ha comenzado a utilizar las ventajas y beneficios que las tecnologías de la Redes Sociales pueden aportar, buscando soluciones para eliminar o paliar los problemas comentados anteriormente.
Autelsi, como siempre, consciente de su responsabilidad como asociación de referencia del sector, está trabajando en la difusión objetiva de los beneficios de las Redes Sociales y en la eliminación de las barreras existentes para su implantación empresarial. En este sentido confiamos en contribuir a ir extendiendo las mejores prácticas por el tejido empresarial de nuestro país.
Leandro Pérez Manzanera. Presidente de Autelsi