Todos contra Google
Hasta hace poco el malo de la película era Microsoft, pero Google le ha desplazado y ahora ocupa el centro de los ataques. Empresas competidoras, Gobiernos y hasta usuarios empiezan a cansarse de ver a Google hasta en la sopa. La consigna ya está lanzada: derribar al gigante.
Con poco más de diez años, Google es la compañía número uno de su sector con 23.650 millones de dólares de ingresos en 2009, 20.000 empleados, 65 oficinas repartidas en 33 países. Convertida en puerta de entrada a internet e inmersa en todos los mercados, amenaza a importantes competidores como Yahoo con Gmail y sus servicios asociados (Gtalk, Calendar, etc.), a Microsoft con Chrome o Google Docs y a Nokia con Android y Nexus One, entre otros. También, fuera del ámbito tecnológico, apunta a otros sectores como el editorial, con su proyecto Google Books, o la comunicación, con Google News o Youtube. Por eso no es extraño que veamos últimamente noticias sobre demandas o conflictos contra Google.
Microsoft y Rupert Murdoch parecen liderar este frente. Microsoft porque compite por el mercado publicitario en internet con Bing, Hotmail o MSN Messenger y ve peligrar su modelo de negocio basado en la venta de licencias de software frente a los programas gratuitos de Google. El segundo, porque quiere cobrar por los contenidos que sus medios generan y que el buscador de Google indexa. A esta contienda se ha sumado recientemente Telefónica que pretende extender el cobro a los grandes buscadores una cuantía por el uso de sus redes. También la administración pública -la Comisión Europea, al Ministerio de Industria, Turismo y Comercio o a China, por citar algunos de los últimos casos- se alzan contra Google.
¿Quién controla los datos que obtiene Google? ¿Qué hace con esos datos? ¿Cuánto tiempo puede guardarlos? Es más, ¿a qué datos tiene derecho Google a acceder? Esta guerra ha alcanzado también a los usuarios que se hacen eco de estas preguntas. Su información circula por internet y eso les preocupa. Pese a que Google ha logrado un posicionamiento muy sólido, los constantes ataques o el hecho de que se conciba como una megacorporación pueden hacer mella en su imagen. Ya no se trata de unos jóvenes brillantes y ambiciosos en el garaje de su casa revolucionando el mundo. Hoy es una de las empresas más poderosas e influyentes del mundo que lo abarca todo: búsquedas, mapas, correo electrónico, publicidad, noticias, soluciones corporativas?y la lista sigue.
Veremos cómo enfrentará Google este nuevo desafío que tiene por delante: ser el número uno.
Luciano Schlaen. Director general para Europa de Paginar.net