España planta cara a Berlín en la reforma del Pacto de Estabilidad
España exigirá hoy en la cumbre europea contrapartidas políticas a cambio de la reforma del Pacto de Estabilidad. Madrid rechaza el endurecimiento puro y duro defendido por Berlín, lo que puede agravar el choque entre José Luis Rodríguez Zapatero y Angela Merkel.
El presidente del Gobierno español y la canciller alemana se encuentran hoy por primera vez desde las polémicas declaraciones de Angela Merkel, el pasado lunes, en las que dejó abierta la posibilidad de un inminente rescate de la economía española.
La actitud de Merkel, que coincide con los rumores procedentes de Berlín sobre la supuesta necesidad de que España acuda al Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (creado tras la crisis griega y dotado con 440.000 millones de euros), ha causado profundo malestar en Madrid, según confirman fuentes gubernamentales.
Y no parece que la cumbre europea de hoy, la última de la presidencia española de la UE, vaya a mejorar la relación entre Madrid y Berlín.
España, según las fuentes consultadas, exigirá en la cumbre que el endurecimiento del Pacto de Estabilidad exigido por Alemania se complete con instrumentos políticos de integración económica.
"No puede haber sólo disciplina, tiene que haber también incentivos", señalan fuentes españolas al tanto de las negociaciones previas a la cumbre.
Y las mismas fuentes apuntan ya a una contrapartida que levanta sarpullidos en Berlín: "la emisión de eurobonos, por ejemplo". La idea data de antiguo. Pero ha ganado actualidad con el encarecimiento de la financiación que soportan algunos países de la zona euro como España.
"No puede ser que el coste de nuestra deuda dependa de las declaraciones de unos o los periódicos de otros", se quejan fuentes españolas. Y apuntan una emisión común de la zona euro como solución al problema. Sólo falta el permiso de Berlín.
En contra de las sanciones políticas
España y Alemania también están llamadas a chocar hoy en el capítulo de las nuevas sanciones del Pacto de Estabilidad. El borrador de conclusiones de la cumbre prevé un acuerdo "sobre el fortalecimiento del brazo preventivo del Pacto, con posibles sanciones e incentivos". Berlín quiere incluir, además de nuevas multas, la posibilidad de castigos políticos como la suspensión del derecho de voto en el Consejo de Ministros de la UE.España observa con despreciativa ironía esa propuesta. "Seguro que los irlandeses están deseando ratificar en un referéndum el nuevo Tratado que incluya la amenaza de suspenderles el voto", señalan fuentes próximas al Gobierno español.España podría aceptar sanciones económicas preventivas, pero considera inviable embarcarse ahora en una reforma del Tratado como la que propone la canciller alemana, Angela Merkel.España, en cambio, forzó ayer el paso de la UE hacia la publicación de los tests de solvencia de los bancos europeos, una medida disciplinaria a la que se resistía Alemania. Berlín dijo ayer que lo está estudiando.