Arrecia la presión sobre BP en EE UU
Las petroleras tratan (sin éxito) de distanciarse de la británica y Fitch le rebaja la calificación.
La presión sobre la petrolera BP aumenta en una semana crucial para la compañía que protagoniza el peor desastre medioambiental de EE UU a consecuencia de la explosión y hundimiento de una plataforma en el Golfo de México. Los últimos en distanciarse de la empresa británica fueron sus competidores que comparecieron ante un subcomité de la cámara de Representantes que investiga el accidente. Ante los legisladores, los directivos dijeron que sus estándares de explotación habrían impedido un accidente como el de BP.
Ese fue el mensaje principal que trataron de hacer llegar, con relativo éxito, a los legisladores los consejeros delegados de Exxon Mobile, Rex Tillerson, ConocoPhillips, James Mulva, Chevron, John Watson y Shell, Marvin Odum, quienes temen el impacto de unas normas que en el futuro serán más duras con el sector. "Claramente ocurrieron cosas en ese pozo en los días y horas previas a la pérdida de control", explicó Tillerson quien defendió que su compañía opera pozos muy profundos sin problemas. Todos los directivos dijeron que en alguna ocasión se ha dejado de operar una plataforma porque se ha considerado inseguro seguir con ello.
Mulva, además, explicó que ConocoPhillips no habría hecho una explotación de un pozo como la estaba haciendo BP. "La mayoría de los que estamos aquí sentados habíamos hecho las cosas de otra manera", explicó. No todos, porque en la misma mesa asignada a los testigos se sentaba el responsable de BP América, Lamar McKay, un hombre al que un congresista de Florida pidió su inmediata dimisión.
La presión que vivió McKay anticipa un ambiente muy hostil para el consejero delegado de BP. Tony Hayward hablará mañana ante unos legisladores que tienen en su poder una serie de comunicaciones internas de la empresa que muestran cómo BP antepuso sus necesidades económicas antes que la seguridad en el pozo accidentado.
Pese a todo, los representantes de la industria del petróleo no pudieron evitar la crítica de unos legisladores que se quejaron de que los planes de contingencia de todos ellos en caso de vertido eran iguales y estaban llenos de errores.
Antes de que empezara la sesión en la cámara, Fitch rebajó seis niveles la calificación de BP para dejar su deuda a dos del rating basura.
Obama tenía previsto dirigirse por la noche a la nación desde el Despacho Oval para hablar del fondo que obligaría a crear a BP a correr con los gastos de limpieza e indemnizaciones además de defender una nueva regulación energética y medioambiental.
