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S&P coloca a Caja Madriden "vigilancia negativa"

Caja Madrid y Bancaja deberán consensuar los asuntos clave

Caja Madrid y Bancaja se han blindado en las decisiones clave de su futuro en común. Los acuerdos más relevantes requerirán una mayoría reforzada de voto que podría alcanzar el 75%. Por otra parte, S&P recibió el acuerdo penalizando el rating de los madrileños

Caja Madrid y Bancaja deberán consensuar los acuerdos que afecten a los temas más delicados de su nuevo proyecto común. Las dos cajas, que se reparten de momento el 58% y el 42% respectivamente del Sistema Institucional de Protección (SIP), a la espera de que se incorporen otras pequeñas entidades, han pactado que determinados acuerdos precisen de una mayoría reforzada, que podría rondar el 75%, para ser aprobadas.

De esta forma se busca evitar que las participaciones que finalmente alcancen los pequeños socios -Insular de Canarias, Laietana, Ávila, Segovia y Rioja- se puedan convertir en bisagra para cualquiera de las dos cajas. Además, se considera un blindaje para ambas, ya que no se podrán tomar decisiones sin contar con ellas, algo esencial, al menos en el periodo inicial. Otras cajas que están también en el mismo proceso han tomado medidas similares.

El protocolo de fusión acordado por Caja Madrid y Bancaja anunciado el jueves se ratificará este lunes para llevarlo posteriormente al Banco de España. Es el trámite esencial, en la fecha límite, para acceder al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), al que pedirán 4.465 millones de euros. Una cifra elevada y que da idea de la necesidad de saneamiento que precisan las cajas participantes. Pese a lo elevado de las ayudas públicas, tanto Caja Madrid como Bancaja consideran que no tendrán problemas para devolver el dinero en el plazo de cinco años, ampliable a siete, que marca la legislación. "En una situación normal, este grupo puede generar un beneficio anual de 1.500 millones al año", señalan fuentes de una de las cajas. Sin embargo, el año pasado, entre las dos sumaron 517 millones.

Aún quedan muchos detalles por aclarar. De hecho la idea de los participes en este SIP es empezar a consolidar sus cuentas a final de año.

De momento, el viernes Standard & Poor's dio su particular bienvenida al acuerdo al poner en "vigilancia negativa" el rating de Caja Madrid por la penalización que puede sufrir por su fusión con una entidad del tamaño de Bancaja.

Las marcas dejarán de competir en sus zonas

Tanto Caja Madrid como Bancaja se encargarán de desarrollar el negocio minorista en sus territorios naturales, lo que supondrá que las oficinas de los madrileños en la Comunidad Valenciana y zonas anejas pasarán a tener la enseña de Bancaja, mientras que las sucursales de los valencianos en Madrid y alrededores se convertirán en Caja Madrid.Un aspecto que está por estudiar es el solapamiento de redes y el coste social de su ordenación. De momento no se ha cuantificado, aunque se estima que no hay tanta duplicidad como en otras opciones. Respecto a posibles oficinas sobrantes, tampoco se descarta que se puedan transferir a la red de Banco de Valencia, si se opta por ampliar su presencia. El consejo de administración de la filial de Bancaja dio el pasado viernes el visto bueno al SIP.

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