La familia Álvarez mantiene el pulso para pactar el consejo de Eulen
El pulso por el control de la gestión en Eulen entre David Álvarez, su fundador, y la mayoría de sus siete hijos se mantiene. Cinco de sus descendientes, que controlan El Enebro, la sociedad patrimonial del grupo, han planteado la constitución de un consejo de administración de ocho miembros, de los cuales un 40% serían nombrados por consenso. El resto tendrían la condición de dominicales.

No hay fumata blanca en la pugna familiar por Eulen, el primer grupo español de servicios a la empresa, al menos de momento. La cita clave será el próximo día 28, fecha en la que se ha convocado junta extraordinaria de accionistas en Bilbao, a instancias de David Álvarez, fundador y máximo accionista con el 51%. Las partes enfrentadas de la familia -David Álvarez con cinco de sus siete hijos- han incluido varios puntos en el orden del día, por lo que el resultado de esta junta servirá de termómetro para conocer el grado de consenso alcanzado hasta ese momento.
Por ahora, el pacto parece estar en el aire, sobre todo tras el último movimiento de algunos de sus herederos. A través de El Enebro, la sociedad patrimonial de la familia, éstos han hecho valer el 6% que El Enebro ostenta en el grupo Eulen para añadir algunos puntos al orden del día de la junta. Proponen la incorporación "de forma progresiva" de consejeros independientes, así como el cese de los dos administradores actuales, David Álvarez y su hija María José, aliada con su padre. Sobre el mecanismo de designación de los nuevos miembros del consejo, plantean que se realice "por el sistema proporcional", lo que les daría, con el 35% que controlan en conjunto (un 7% de Eulen cada uno), una notable presencia.
El posible acuerdo, por tanto, parece tambalearse. David Álvarez ha planteado hasta ahora un consejo para Eulen de cinco miembros. Parte de sus hijos pretenden que la junta lo amplíe hasta ocho, de los cuales, "inicialmente" un 40% se consensúen y, el resto, corresponda al porcentaje accionarial en manos de cada uno de los miembros de la familia, que podrán agrupar sus acciones.
La relación de fuerzas de cara a la próxima junta se inclina a favor del fundador de Eulen. Sin contar con el apoyo de dos de los hijos que comparten sus tesis -María José y Jesús David-, controla el 51% del accionariado. Esta proporción le da la mayoría necesaria para solventar unos acuerdos que le sean favorables. David Álvarez ha apostado por buscar el consenso familiar pero, igualmente, ha mostrado su voluntad de conformar un consejo con independientes que sirva para apaciguar las disputas y profesionalizar la gestión.
Acelerar los plazos
En la convocatoria de junta extraordinaria publicada en el boletín del Registro Mercantil del pasado 25 de mayo, el fundador de Eulen marcó unos plazos para dar un vuelco a la gestión. Ahora sus descendientes pretenden acelerar el paso. David Álvarez incluyó la presentación de un informe sobre gobierno corporativo, elaborado por independientes, sobre la "conveniencia de sustituir, en el plazo que se considere pertinente" el sistema de gestión de administradores solidarios por un consejo de administración.
La raíz de este conflicto familiar tiene su origen cuando el fundador del primer grupo español de servicios a las empresas convocó, judicialmente, una junta de accionistas para recuperar el control. En esta asamblea, que evidenció el conflicto familiar, hizo valer su 51% para disolver un consejo de administración en el que sus hijos ocupaban siete de los nueve puestos. David Álvarez y Miguel Cuenca, independiente, completaban el consejo.
Pero este enfrentamiento se recrudeció cuando cinco de sus herederos forzaron el cese de David Álvarez, María José y Jesús David de sus cargos en El Enebro. Esta firma, titular de los inmuebles propiedad de Eulen y de marcas tan emblemáticas como Bodegas Vega Sicilia, ha adquirido en los últimos años hasta un 6% de la autocartera de Eulen procedente de las ventas realizadas por sus accionistas. La cuestión también está en los tribunales tras la denuncia de David Álvarez que esgrime que tiene el usufructo sobre el 51%.
Evolución ajena a los conflictos
La evolución del grupo Eulen se muestra ajena al conflicto familiar que divide a sus propietarios. El principal grupo español de servicios a la empresa cerró 2009 con una facturación de 1.307 millones de euros, similar a la de 2008, con un beneficio neto de 27 millones de euros, pese a la caída de la actividad económica.Estos resultados, según Eulen, se consiguieron por una relación de clientes "con una buena calificación de riesgo" y por una "selección de contratos con mayor valor añadido". El grueso de su negocio el pasado ejercicio se centró en España, pese al incremento en un 19% de su división internacional.La cesta de clientes de la firma presidida por David Álvarez se elevó en 2009 a más de 7.900. Además, dio servicio a cerca de 167.000 personas en su división dedicada a los negocios sociosanitario, educativo y social y de atención a la dependencia. El pasado año, Eulen gestionaba 4.200 residencias, con más de 4.200 camas y 26 centros de día con 1.500 plazas. Su plantilla en España sumaba 48.000 trabajadores, más otros 34.000 en sus filiales internacionales.El Enebro, la sociedad patrimonial, aportó a las ventas del grupo más de 250 millones de euros. En esta compañía se cobijan, entre otras, firmas como Bodegas Vega Sicilia, que elabora caldos de Ribera del Duero con prestigio internacional, y la cárnica leonesa Valle del Esla.
Discrepancias
El fundador del grupo Eulen, David Álvarez, cuenta, en principio, con configurar un consejo de cinco miembros con varios independientes. Cinco de sus siete hijos, por el contrario, abogan con un máximo órgano de gobierno compuesto por ocho consejeros, el 60% dominicales.