Consenso laboral para las cajas
El proceso de reordenación de las cajas de ahorros españolas, vía fusiones frías o calientes, avanza a máxima velocidad. El consenso de la totalidad de partidos políticos, la implicación de los ejecutivos de mayor peso específico en el sector y el preciso punto de presión del Banco de España han actuado de palanca de un proceso que está llamado a convertirse en una de las grandes reformas estructurales de la economía española como consecuencia del tsunami que ha desencadenado la crisis financiera mundial que comenzó en verano de 2007.
Sin embargo, los pasos dados hasta ahora son sólo el principio de la reforma. La renovación del mapa de las cajas tiene como objetivo básico reducir la sobrecapacidad instalada. Y eso es algo que las fusiones en marcha, especialmente las denominadas virtuales o frías, no han acometido ni de lejos. Por lo tanto, el siguiente trecho a recorrer es precisamente ese: determinar la capacidad sobrante. Y para ello es imprescindible lograr un ambiente de paz laboral. Algo que, salvo en llamativas ocasiones (léase Cajasur), se está logrando. Los directivos de las entidades y los representantes de los trabajadores están dando notables muestras de sentido común, en un proceso difícil de dirigir y digerir. Que así continúe en el camino que queda por recorrer.