Ryanair sale de los 'números rojos' y obtiene un beneficio de 305 millones
La aerolínea de bajo coste irlandesa Ryanair registró en su último ejercicio fiscal, que concluyó el pasado 31 de marzo, unos beneficios de 305,3 millones de euros, frente a las pérdidas de 169,2 millones de euros que contabilizó en el ejercicio anterior, según informó hoy en rueda de prensa el director de operaciones de tierra de la compañía, David O'Brien.
Asimismo, la aerolínea propondrá en su junta anual del mes de septiembre abonar unos dividendos de 500 millones de euros, cuya entrega se efectuaría en octubre, y anticipó que en caso de no realizar nuevas inversiones podría devolver otros 500 millones de euros más a sus accionistas al término del ejercicio 2013, ya sea mediante dividendos o a través de la readquisición de acciones.
En estos doce meses los ingresos auxiliares de la compañía crecieron un 11%, hasta los 664 millones de euros, mientras que el coste del combustible descendió un 29%, situándose en 894 millones de euros.
Durante su intervención, O'Brien destacó los buenos resultados obtenidos "a pesar de la crisis", y aseguró que la aerolínea mantendrá esta línea de "fuerte crecimiento" hasta el año 2013, mientras que la competencia "se ve obligada a cerrar o a establecer procesos de consolidación".
Además, el directivo de la compañía criticó los cierres del espacio aéreo europeo debido a la nube de ceniza volcánica al considerarlos "innecesarios" y "desproporcionados", lo que produjo a la compañía un impacto aproximado de 50 millones de euros, tras perder 1,5 millones de pasajeros hasta el 18 de mayo.
A este respecto, O'Brien cargó también contra la normativa europea 'EU 261', puesto que a su juicio es "descriminatoria" al no establecer unos límites máximos a las compensaciones que deben otorgar por las cancelaciones en caso de fuerza mayor, tal como se hace con las líneas de autobús y ferris.
Crecimiento de hasta el 15% el próximo año
De cara al próximo ejercicio fiscal, Ryanair prevé que sus beneficios aumenten entre un 10% y un 15%, hasta una cifra situada entre los 350 y 375 millones de euros -excluyendo el impacto de la nube de ceniza-, mientras que el tráfico se incrementará en un 11%, hasta los 73,5 millones.
Además, la compañía adelantó que el coste del combustible se elevará en unos 300 millones de euros, mientras que las tarifas se encarecerán entre un 5% y un 10% debido a "el impacto positivo de las nuevas bases, como Málaga".
Entre los nuevos aeropuertos de la compañía se encontrará también el de Barcelona-El Prat, aunque O'Brien aseguró que "por el momento no está planeado realizar el puente aéreo con Madrid-Barajas".
Asimismo, explicó que esta apertura "no es motivo para modificar las operaciones en aeropuertos cercanos", y citó el ejemplo de Londres, donde continúan operando simultáneamente desde los aeródromos de Stansted y Luton.