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Entrevista

Popular Banca Privada duda que el futuro impuesto sobre las rentas altas propicie la fuga de capital

Las grandes fortunas españolas no tienen porqué sacar su dinero de España por la subida de impuestos prevista por el Gobierno y que les afectará precisamente a ellos, los más ricos, entre otras razones porque hoy en día se puede invertir desde España "en cualquier lugar del mundo".

Así lo explicó en una entrevista con EFE el consejero director general de Popular Banca Privada, Javier Gefaell, quien añadió que los bancos privados llevan muchos años invirtiendo en nombre de sus clientes en otros países con productos como fondos o mediante la compra de participaciones en empresas.

Popular Banca privada creó hace menos de un año Family Office PBP, una unidad de gestión de grandes patrimonios que cuenta ya con unos 60 clientes, para los que realiza un "gestión global", que tiene en cuenta todas sus necesidades, intereses y expectativas en función del perfil de cada uno y les asesora también en materia fiscal.

Los bancos privados "no nos dedicamos a evitarle a un señor rico el pago de impuestos, sino que les ayudamos a gestionar su patrimonio de la mejor forma posible "dentro de una normativa que seguimos escrupulosamente", dice este experto, que también admite que los muy ricos siempre acaban encontrando "la forma más eficiente" de invertir.

"A veces le damos excesiva importancia a las SICAVs -Instituciones de Inversión Colectiva (IIC) que son sociedades anónimas y se benefician de importantes ventajas fiscales- pero son un vehículo más", lo que ocurre es que detrás de ellas hay nombres propios y detrás de los fondos no los hay "y tienen la misma fiscalidad", explicó Gefaell.

El sector inmobiliario sigue siendo uno de los preferidos de los ricos en sus diferentes variantes, así como las participaciones empresariales e incluso las inversiones no convencionales, como las energías renovables o las gestoras de microcréditos, que operan sobre todo en Latinoamérica y Africa, explica Gefaell.

En cuanto al patrimonio mínimo que tiene que tener un cliente para ser atendido en banca privada, en general se sitúa en torno a los 300.000 euros, mientras en el caso de los realmente grandes, que se conocen como family offices, se sitúa como mínimo en los 3 millones, aunque en el caso del Popular, la media está en torno a los 18 ó 20 millones.

El mercado español de banca privada no es tan maduro como el de otros países como Alemania, explica Gefaell, que lo cuantifica en unos 240.000 millones de euros y unos 500.000 clientes, de los que en torno al 60% trabajan todavía con bancos o cajas, por lo que "hay un importante potencial".

En torno al 40% de la riqueza española se reparte entre Madrid y Barcelona y también hay mucho dinero en País Vasco, Valencia, Pamplona y Sevilla, dice Gefaell, que también ve diferencias geográficas en cuanto al tipo de producto preferido o la aversión al riesgo, que suele ser menor en las zonas más industriales y empresariales.

El Popular ha creado una banca privada "con una estructura muy potente de servicios centrales", respaldada por la red de oficinas del Grupo y capaz de ofrecer un servicio "diferencial en el mercado" y completo, explica.

Y además, el valor añadido que ofrece el Popular es que está respaldado por un gran grupo bancario como el Popular, "que tiene una imagen en el mercado de seriedad, sobriedad, fortaleza, que se identifica por completo con lo que piden los clientes de banca privada".

En definitiva, para este experto la banca privada "es una cuestión de confianza y si logras convencer a los clientes de que gestionas para que ellos cumplan sus expectativas, al final trabajan contigo".

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