Verdades y mentiras acerca del Plan Bolonia
España estará 100% integrada en el Espacio Europeo de Educación Superior en 2011, pensado para conseguir mejor empleo.
El Proceso de Bolonia -o Plan Bolonia- es el típico concepto del que casi todo el mundo ha oído hablar pero que muy pocos saben explicar en profundidad. Los que han pasado por las aulas en la última década lo conocen por los panfletos que circulan en los campus (normalmente en su contra) y por las manifestaciones de estudiantes que ha propiciado, la última de ellas a mediados de este mes en Madrid con motivo de la reunión de los ministros de Educación de la UE. Y el resto saben de él precisamente por el ruido que ha rodeado la palabra Bolonia en los últimos tiempos.
Ahora bien, ¿en qué consiste? El Espacio Europeo de Educación Superior (EEES), nacido en 1999 con la Declaración de Bolonia, tiene como objetivo hacer compatibles los sistemas educativos europeos. Cada Estado debe desarrollarlo de la manera que considere más apropiada: de ahí las diferencias de ritmo y forma que han tomado los distintos países en su aplicación.
Según Federico Gutiérrez-Solana Salcedo, presidente de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE), la idea en la que descansa el proceso de Bolonia es "fomentar la empleabilidad en todos los niveles educativos". De ahí su fuerte dosis de contenido práctico, en comparación con el antiguo plan de estudios, y la desaparición de las diplomaturas, títulos que hasta ahora se obtenían en tres años.
A efectos organizativos, a partir de 2011 existirán tres niveles de titulación: el grado, que sustituye a diplomaturas (antes constaban de tres cursos) y licenciaturas (se completaban en un mínimo de cuatro o cinco años), el máster y el doctorado. En España el grado se completará en cuatro cursos, mientras que en otros países, como Francia, se ha optado por darle sólo tres.
¿Por qué esa diferencia? "El argumento más sólido es, una vez más, el de la empleabilidad. En nuestro país se consideró que los estudiantes saldrían mejor preparados al mercado laboral con un año más", destaca Gutiérrez-Solana. "Y varios de los que optaron por establecer grados de tres años se lo están pensando ahora".
Los movimientos estudiantiles acusan al proceso de Bolonia de privatizar y mercantilizar la enseñanza pública, ya que los grados, a diferencia de las antiguas licenciaturas, no admiten especialización. Eso supone una devaluación de las titulaciones y fomenta el estudio de un posgrado para llegar con mejores garantías al mercado laboral.
"Eso no es verdad", sostiene Gutiérrez-Solana. "Antes no existía el título de máster como tal en el sistema educativo español, y ahora sí. Al oficializarse, los másteres están muy subvencionados, por lo que si los másteres propios costaban unos 10.000 euros ahora los oficiales salen por unos 1.500".
Algunas ingenierías, en cambio, sí que requieren por fuerza cursar un máster para acceder al mercado laboral. "Hay ingenierías que a nivel de grado tienen atribuciones para colegiarse, mientras que otras, como la naval, necesitan de un máster", puntualiza el presidente de la CRUE y rector de la Universidad de Cantabria.
Otra de las quejas de las asociaciones de estudiantes es la virtual desaparición de varias titulaciones, siendo la de Humanidades, que en el antiguo sistema era una licenciatura, una de las que se han visto más afectadas.
"Cada universidad ha analizado su oferta de titulaciones en función de la demanda y ha tomado las decisiones que ha considerado oportunas", apunta Gutiérrez-Solana. "Las que más habrán sufrido serán las que estuviesen sobredimensionadas".
Lo cual implica, por cierto, el correspondiente gasto económico. "Aquí se debería hacer un ejercicio de responsabilidad social", señala, ya que es costosísimo mantener titulaciones que al final van a estudiar unos pocos.
Pero Gutiérrez-Solana se muestra optimista en cuanto a la aplicación del plan Bolonia. "Tenemos una buena oportunidad para mejorar. Supone un salto cualitativo importantísimo porque la mayor carga práctica dota a los estudiantes de herramientas para desarrollar los conceptos estudiados".