Almunia pide prudencia a la hora de retirar las ayudas a la banca
El vicepresidente de la Comisión, Joaquín Almunia, reclamó hoy prudencia a la hora de retirar las ayudas públicas al sector bancario por la aparición de "nuevas dificultades" en "algunos sectores de la actividad financiera".
Entre octubre de 2008 y marzo de 2010, la Comisión aprobó un total de 4,1 billones de euros en ayudas públicas al sector financiero en 19 Estados miembros. La mayor parte del apoyo se concretó en avales para la emisión de deuda, que ascendieron a 3,1 billones. De estas garantías, hasta ahora los bancos han utilizado 993.600 millones, el 32% del total, según un informe publicado hoy por el Ejecutivo comunitario.
La utilización de garantías públicas se ha reducido desde el 30% del total de la financiación de los bancos en el primer trimestre de 2009 a sólo el 4% a finales de ese año. Además, Francia, Italia y Reino Unido han decidido no prorrogar el sistema de avales y Países Bajos ha anunciado que encarecerá su precio.
No obstante, Almunia avisó de que "hay todavía dificultades" y resaltó que incluso "en algunos sectores de la actividad financiera vemos que emergen nuevas dificultades". Ello "nos aconseja ser prudentes en la previsión del fin del proceso de reestructuración o de apoyo necesario para el funcionamiento del sistema financiero sin que haya riesgos sistémicos", dijo el responsable de Competencia en rueda de prensa.
Explicó que el Ejecutivo comunitario está analizando alrededor de 40 casos de reestructuración de bancos individuales, ha dado su aprobación definitiva a 13 y no descarta recibir otros nuevos. "Hemos hecho mucho para sanear y garantizar el buen funcionamiento de los mercados financieros y las instituciones golpeadas por la crisis. Pero todavía no estamos al final de la historia, desgraciadamente quedan cosas por hacer", indicó Almunia.
En el caso de España, el Ejecutivo comunitario ha aprobado un plan de avales dotado con hasta 200.000 millones de euros, el plan de compra de activos sanos dotado con hasta 30.000 millones de euros y el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria, dotado con hasta 99.000 millones.
Reestructuración de las cajas en España
El comisario europeo de Competencia, Joaquín Almunia, afirmó hoy que el Gobierno español no ha solicitado de momento una prórroga del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), que estará en vigor hasta el 30 de junio y que financia la reestructuración del sector financiero y, en este sentido, abogó por "no dejar para mañana" las fusiones de las cajas de ahorro españolas.
"Se va avanzando en la buena dirección, pero no hay que dejar para mañana lo que se puede hacer hoy", dijo el comisario español, ante una pregunta sobre si considera necesaria una ampliación del plazo para que las entidades inmersas en procesos de reestructuración soliciten las ayudas del fondo.
Almunia consideró que el sector de las cajas de ahorros "está reaccionando como se debe reaccionar, que es acelerando las fusiones en la medida de lo posible".
El comisario explicó que las fusiones son la mejor manera de abordar la "necesaria consolidación" del sector, combinadas con planes de viabilidad, aunque explicó que existen otros elementos que hay que abordar para mejorar las perspectivas de viabilidad a medio y largo plazo, como la reforma de la legislación sobre cajas de ahorro que prepara el Ejecutivo español.
El comisario explicó que, por el momento, ha recibido "tres o cuatro" notificaciones de operaciones de reestructuración con fondos del FROB, pero consideró que no necesitaban de su aprobación formal en Bruselas al no superar el umbral acordado para que la Comisión efectuara un dictamen.
En cuanto a las intervenciones en Caja Castilla-La Mancha (CCM) y CajaSur, Almunia recordó que éstas se han realizado con dinero del Fondo de Garantía de Depósitos y no del FROB, y repitió que la Comisión Europea ya ha dado una autorización temporal a la intervención en Cajasur, a condición de que las autoridades españolas presenten un plan de viabilidad en los próximos seis meses.
Ver "caso a caso"
Preguntado sobre si las llamadas "fusiones frías" (una fórmula que permite a las entidades compartir riesgos pero mantener sus marcas diferenciadas) constituyen la mejor opción para reestructurar el sector de las cajas de ahorros, Almunia respondió que hay que ver "caso por caso".
"Hay que ver cuáles son las condiciones de la nueva entidad resultante y las condiciones en las que las entidades participan compartiendo riesgos y teniendo un modelo de futuro que sea viable".
La "fusión fría" o Sistema Institucional de Protección (SIP) ha sido la modalidad elegida por Caja Mediterráneo (CAM), Cajastur -que integrará a Caja Castilla La Mancha-, Caja Extremadura y Caja Cantabria para crear la tercera caja de ahorros y la quinta entidad financiera de España, en un acuerdo de fusión aprobado ayer.
Por otro lado, Almunia se refirió al plan de ajuste del Gobierno aprobado hoy en el Congreso por un voto, al ser preguntado si los cambios efectuados en el texto en relación con la capacidad de endeudamiento de los ayuntamientos no iban a contribuir a aumentar la incertidumbre de los mercados.
"Estamos en un momento en el que los mercados están registrando una enorme volatilidad. Eso refleja nerviosismo y dudas en los mercados. Lo que es bueno en este momento es enviar señales claras por parte de la UE, de la zona euro, de los gobiernos de los países miembros de la zona euro y explicar exactamente lo que se está haciendo. Porque se están haciendo muchas cosas", respondió Almunia.
"Yo creo que los mercados lo entienden si se les explica bien y, sobre todo, si no se interfiere con consideraciones que tienen que ver con otro tipo de intereses pero no con la realidad de una salida de la crisis que a todos nos interesa que se produzca cuanto antes y en las mejores condiciones", añadió el comisario Almunia.
A la pregunta de si se estaba refiriendo a los intereses electorales de la oposición, el comisario contestó que su crítica se dirige a las "declaraciones irresponsables que pueda haber por parte de quien sea".