Sindicatos y patronal "mantienen las distancias" sobre la reforma laboral
Los máximos líderes de CC OO, UGT y la CEOE no lograron ayer cerrar un acuerdo sobre la reforma del mercado laboral. Aunque aseguran que "seguirán negociando" hasta agotar el plazo, que concluye el próximo lunes, el fracaso de esta jornada decisiva acerca la medida a una acción unilateral del Gobierno.
La "maratoniana" jornada de negociación de la reforma laboral que mantuvieron ayer los técnicos, primero, y los máximos líderes, después, de la CEOE, CC OO y UGT terminó sin acuerdo. El consenso no fue posible fundamentalmente por el recurrente debate de los costes del despido, según revelaron fuentes cercanas a la negociación. "Se mantienen las distancias", manifestó en un comunicado oficial Comisiones Obreras tras concluir la cita. El diálogo, aseguraron, no obstante, "continuará" hasta el próximo lunes, fecha límite marcada por el Gobierno para que la reforma salga adelante como fruto de un pacto social, y no de un decreto impuesto.
Todas las miradas estaban puestas en la cita de ayer, la más intensa de todas las que se han llevado acabo hasta ahora. Sólo un día antes, el presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, reunía a sus vicepresidentes para prepararles para el acuerdo. La debilidad que deriva de sus problemas empresariales llevó a la cúpula patronal a advertir a su líder de que cualquier preacuerdo debería ser supervisado por ellos. Por su parte, los secretarios generales de UGT, Cándido Méndez, y CC OO, Ignacio Fernández Toxo, convocaron para hoy a sus organismos confederales para presentarles el contenido de un eventual pacto. El fracaso de la negociación de ayer complica aún más un acuerdo que Gobierno, patronal y sindicatos llevan buscando desde febrero.
Por el coste del despido
La reunión de ayer, a la que asistió también el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, concluyó sin nuevos avances. El consenso sigue siendo firme en algunos apartados, como en la necesidad de redirigir a los jóvenes las bonificaciones a la contratación, ampliar el uso del empleo formativo, o facilitar las reducciones de jornada, permitiendo a los afectados acceder a prestaciones sociales. Sin embargo, la insistencia patronal en la necesidad de abaratar los costes del despido volvió a topar con la negativa frontal de los sindicatos. Dos vías hay sobre la mesa que beneficiarían al lado empresarial. De una parte, se ha propuesto rebajar a 33 días por año trabajado todas las indemnizaciones asociadas al contrato de fomento del empleo. Actualmente, si el despido por causas disciplinarias es declarado improcedente la cuantía asciende a 45 días. Por otro lado, la CEOE reclama que se facilite el proceso para justificar los despidos por causas objetivas. Pese a que su indemnización es tan sólo de 20 días por año trabajado, resulta bastante complejo demostrar su validez ante un juez.
La otra gran petición de la patronal, una rebaja de las cotizaciones por contingencias comunes que los empresarios pagan a la Seguridad Social ha quedado descartada. El nuevo plan de austeridad del Gobierno, que congela las pensiones para el próximo año, ha trasladado la discusión a una posible disminución de las cuotas por enfermedad profesional, una vía que podría convencer a ambas partes.
A un paso de la huelga
Los líderes sindicales tienen previsto valorar hoy con sus organizaciones el proceso de reforma laboral, que se encamina a un decreto del Ejecutivo, y el recorte del gasto social aprobado por el Gobierno. Dos motivos que podrían llevarles a convocar una huelga general.