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Tribuna
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Los que más tienen

Que paguen más los que más tienen y reciban más los que más lo necesitan". Bello y ético principio, total y sustancialmente extraño a la economía y a quienes ejercen y viven de la política.

Ante las últimas medidas de carácter económico del Gobierno, se alzan voces clamando por la injusticia de hacer recaer el peso de la recuperación económica sobre los más débiles económicamente y que, además se esgrime, no son responsables de la debacle que arrasa el país. Como medida compensadora, se exige que paguen más lo que más tienen.

Las verdaderas grandes fortunas, los grandes patrimonios, quienes ingresan o son remunerados con cifras que contienen muchos ceros, pero muchos, no están bajo la jurisdicción de este Gobierno, en realidad bajo la jurisdicción efectiva de ninguno, ya que se ocultan en los paraísos fiscales. El número de fórmulas societarias que excluyen de los regímenes generales de tributación son lo suficientemente amplias para que todos encuentren cobijo. Sobre este colectivo no es posible actuar.

El "que paguen más los que más tienen", se transformará en un nuevo apretón a la clase media. Ciertamente a aquellos miembros de la clase media económicamente más relevantes, los que han conseguido alcanzar los primeros tramos en el ejercicio de sus actividades profesionales, los que han conseguido hacer de medianas empresas importantes fuentes de riqueza, algunos que han tenido la suerte de dar un pequeño pelotazo vendiendo un inmueble del patrimonio familiar o incluso que un acertado manejo en Bolsa les ha permitido un desahogo económico pasajero. Pero son clase media.

Algún día, en esta aldea global que es la UE, alguien defenderá que la fiscalidad ha de ser única y global para tener alguna posibilidad de ser mínimamente equitativa. Que los paraísos fiscales han de ser declarados territorios ajurídicos, es decir todo lo que en ellos se contrate, se constituya o pacte, carecerá de validez en toda la UE. Que los billetes de quinientos euros sirven, fundamentalmente, para actividades delictivas y que deben ser retirados, canjeándose mediante previa identificación de su titular.

Nunca olvidemos que también en economía existe el eje del mal y los países pirata. Las cifras multimillonarias al acceso de todo lector de periódico, libres de impuestos, son un escándalo permanente y un hueso duro que nadie roerá.

Por favor dejen de hacer demagogia con la equidad en materia fiscal. Se grava de donde más se obtiene y en donde menos resistencia hay. De nuevo en la clase media, y a callar.

Elisa Martínez de Miguel. Socia de Neumann International AG

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