La gran caja de Castilla y León dejará la banca corporativa y se centrará en negocio minorista
La entidad resultante de la fusión de Caja Duero y Caja España dejará en un segundo plano a "las grandes empresas y a las instituciones" y buscará un modelo de negocio basado en el riesgo bajo, según explicó el viernes el director general de la caja salmantina, Lucas Hernández.
En un encuentro con periodistas, el que será director general de la nueva caja de ahorros de Castilla y León que surgirá de la fusión ha explicado cuál debe de ser la base de negocio para que la futura entidad sea líder en esta Comunidad, y que él la ha definido en una palabra, repetida en tres ocasiones, "gestión, gestión y gestión".
Lucas Hernández ha añadido que la nueva entidad pondrá su foco "en el negocio tradicional de la banca universal y personal, con perfil de riesgo bajo", además de potenciar las "pequeñas y medianas empresas" y reducir la exposición "al segmento promotor y constructor".
El directivo también ha detallado el plan de cierre do oficinas. Se mantendrán abiertas 849 oficinas y se cerrarán otras 253, en todas las regiones y en Portugal. De ellas, 139 se clausurarán en Castilla y León, 36 en Madrid, y 14 en Aragón
La nueva entidad de ahorro, que empezará a funcionar el 6 de junio, tendrá un beneficio neto de 365 millones de euros en 2015 si se cumplen las previsiones.