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Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Latinoamérica nos importa muchísimo

España ha vuelto a volcar acertadamente sus esfuerzos diplomáticos en acercar la Unión Europea y América Latina. Ahora lo ha hecho desde la presidencia europea, como una estrategia justificada por motivos históricos y de cercanía cultural, pero con la misma fuerza y más que nunca también por razones económicas. La cumbre UE-América Latina y el Caribe, que se inició ayer en Madrid con una cena de gala presidida por el Príncipe de Asturias, debe contribuir a impulsar las múltiples negociaciones comerciales abiertas entre Europa y países como Colombia, Perú, Ecuador o Bolivia, pero también con áreas regionales de integración -Mercosur, Caribe, Centroamérica o Comunidad Andina-.

Los intentos del ejecutivo español por reanudar las conversaciones UE-Mercosur, bloqueadas hace ya seis años, están justificados no sólo por intereses españoles. Sin embargo, tienen enfrente la oposición de diez países comunitarios, encabezados por Francia, incómodos con la competencia que los agricultores argentinos, brasileños, uruguayos o paraguayos someterán a sus productos autóctonos. España ha sabido convencer a sus socios de que negociar no es claudicar, y de que todo acuerdo exige ceder si se pretende obtener contrapartidas. Y América Latina tiene un potencial económico nada despreciable, como se pone de manifiesto con su fortaleza exportadora que en una década ha pasado del déficit al superávit comercial con al UE. El año pasado se cerró, según datos aportados ayer por Eurostat, con un saldo favorable de 9.000 millones de euros para los países latinoamericanos. Su oferta de materias primas y de productos agrarios han obrado el milagro. Además, las previsiones de crecimiento de la región, apenas afectada por la recesión mundial, abren oportunidades a empresas de la UE en su conjunto y no sólo a las españolas como parecen olvidar algunos socios comunitarios. De hecho, el primer vendedor de la UE en la zona es Alemania, seguido de Italia, Francia y España.

China, ansiosa de recursos naturales, ha aumentado poderosamente su presencia en América Latina con multimillonarias inversiones en muy diversos sectores. Europa se equivocará del todo si pierde presencia en el área, donde las empresas españolas han alcanzado peso relevante porque han mantenido su compromiso con la región también en los tiempos duros.

No obstante, América Latina también debe hacer concesiones en el campo comercial si pretende alcanzar acuerdos y, sobre todo, continuar mejorando en el campo de la seguridad jurídica para las inversiones extranjeras. Esta cumbre tendrá éxito si logra allanar esos caminos. El presidente de Telefónica, César Alierta, expresó ayer a la perfección lo que está en juego en este envite: "América Latina nos importa muchísimo". Y eso, en todos los sentidos.

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