"A los cuentos de niños, se les cambia el final"
Tras levantar la cortina de humo de la conspiracion (especuladores y agencias de calificación, aliados contra el euro), Europa ha acabado por rendirse ante la evidencia: los mercados no se creen las previsiones económicas de varios Gobiernos de la zona euro, entre ellos, el español, y en consecuencia, cae el valor de las acciones de esos países.
Solución temporal: la propia zona euro y el BCE engullirán los depreciados titulos, con el riesgo evidente de que su credibilidad también se vaya al garete. Solución definitiva: mejorar la perspectiva de crecimiento de los países afectados (léase, España y Portugal) por el encarecimiento de la deuda y de la cobertura de su riesgo de impago.
La madrugada del domingo al lunes 10 de mayo, los ministros de Economía de la zona euro aprobaron la primera solución, con un plan (en absoluto, federal) de unos 750.000 milllones de euros. Y Francfort (voluntariamente, por supuesto) almacenará en sus cajas fuertes un papel de pago que puede convertirse en papel mojado.
El parche puede cortar la hemorragia. Pero si no se adopta también la segunda solución, sólo se prolongará la agonía de unas economías (y aquí entran también Francia e, incluso, la aparentemente todopoderosa Alemania) que deben competir con China o Brasil para atraer la inversión internacional.
Y en esa competición global, de poco servirán los aspavientos sobre lo malvados que son los especuladores y la inquina que nos tienen las agencias de calificación estadounidenses. "Son los tiempos modernos que nos toca vivir", como decía La Mode. Y de nada sirve, intentar cambiar el final.
(El vídeo, por cierto, además de simplón, parece de otra era, sobre todo, por los coches que aparecen: seínas, R-5s, Seat124s, 127s.... ¡Increíble, cómo pasa el tiempo!)