Dow Chemical anuncia el cierre de su planta de fibras de Tarragona
Dow Chemical se desprenderá del área de fibras elásticas a nivel mundial. La primera consecuencia será el cierre de la planta de la petroquímica de Tarragona, inaugurada en 2004 por el entonces ministro de Industria, José Montilla. La multinacional invirtió 32 millones de euros en las instalaciones, donde trabajan 25 personas.
La crisis de la manufactura textil en Europa y la zona mediterránea ha acelerado el cierre de la factoría de fibra elástica XLA que Dow Chemical inauguró en la petroquímica de Tarragona hace apenas seis años. La multinacional norteamericana anunció ayer la decisión de clausurar las instalaciones inauguradas en 2004 por el entonces ministro de Industria, José Montilla, dentro de su plan de desinvertir en la división de fibras a nivel mundial.
Un portavoz de la filial española señaló que el grupo que preside Andrew Liveris negocia una solución para este negocio a nivel mundial, "que ya no es estratégico, sin que la decisión de cierre de la planta de fibras afecte al resto de actividades ubicadas en la petroquímica". Dow Chemical produce en el polígono tarraconense varios copolímeros de etileno para embalajes de alimentos, recubrimientos médicos, y plásticos para el automóvil; polioles para pinturas y espumas; y poliglicoles para detergentes y lubricantes. Las conversaciones para la salida de la actividad de fibras podrían suponer su venta, que incluiría el centro español.
La factoría de fibras XLA supuso una inversión de 32 millones de euros, con una plantilla de 25 personas, que "se intentarán recolocar en otras actividades", indicaron las mismas fuentes. A pesar del presupuesto inversor reducido y de los escasos puestos de trabajo creados, la apuesta de Dow Chemical se valoró especialmente en 2004, por la tecnología que la multinacional depositaba en Tarragona, con la instalación de un centro adicional de investigación (constó de unas inversiones de 3,5 millones, con ayudas públicas), que coordinaba el desarrollo de las fibras con las factorías del grupo en Texas (Estados Unidos) y Singapur. Con posterioridad, este centro se ha ido desmantelando, indicaron otras fuentes.
Dow Chemical había previsto alcanzar una cuota de mercado del 10% en fibras en 10 años, con una facturación cercana a los 300 millones. Sin embargo, el progresivo traslado del diseño textil, producción y órganos de decisión de los clientes hacia los países emergentes redujo la demanda en Europa.
Pedidos
La compañía no ha podido compensar esta tendencia y ha decidido cerrar la planta, aunque el portavoz de Dow indicó que no se hará de forma inmediata.
"No dejaremos ningún pedido sin cubrir, dándonos un plazo de entre seis y 18 meses para el cierre", argumentó. Por su parte, CC OO denunció ayer que existen otros 25 trabajadores subcontratados de la empresa OM Manutención afectados por el cierre que no cuentan con la garantía de recolocación.
El turno de la tecnología para la desalinización del agua
La multinacional inició en febrero de 2009 las obras del centro de desarrollo de tecnología del agua en Tarragona, centrado en temas de desalinización. La división Dow Water Solutions pretende implementar aplicaciones para la comercialización de las tecnologías de membrana y ultrafiltración. Las inversiones comprometidas se sitúan en los 15 millones de dólares, con la voluntad de que trabajen 25 técnicos expertos en sistemas de agua. La proximidad del centro al Mediterráneo también permitirá avanzar en las tecnologías para la reutilización de aguas residuales.
Patentes
Una de las principales razones que esgrimió Dow Chemical para instalar la factoría en España en 2004 fue el régimen de protección de patentes existente, a diferencia de la realidad en China. Con todo, todos los clientes se han trasladado a Asia.